OPINIÓN

ALGO QUE VALE LA PENA CONTAR

Por

25 enero, 2018

ALBERTO BOARDMAN

En relación al aporte anterior y concluyendo el tema relacionado con los cometas, en la antigüedad se les relacionaba con frecuencia con fenómenos trágicos, funestos y de tristes presagios. Los romanos los consideraban manifestaciones de personajes importantes, como el que apareció en el año 44 a.C. y pensaron que se trataba del alma de Julio César. Una minoría incluso los adoptó como símbolo de buen augurio, como el que logró ser visible en 1066 y acompañó la invasión de Guillermo «El Conquistador» al mando del ejército Normando; seguramente fue un buen augurio para los invasores, pero todo lo contrario para los conquistados, así que depende del lado en el que se mire.

Hay que decir que las profecías fatídicas no siempre resultan tan descabelladas. Un ejemplo es lo que pudo suceder durante el año 530 durante el paso de Halley. Según estudios científicos e históricos una muy pequeña parte de este cometa pudo desprenderse cayendo sobre la tierra y originando una considerable nube de polvo que produjo una mini era glacial, el cambio climático dio como consecuencia hambruna, la hambruna muertes, y éstas a su vez una peste de consideraciones pandémicas.

Cientos de años después, prácticamente ya en la «era moderna» se tuvo registro del paso de Halley en el año de 1910. Desgraciadamente la falta de información científica precisa, así como las tendencias alarmistas y el fanatismo religioso que auguraban el fin y la destrucción del planeta tierra, produjeron una oleada de fallecimientos considerables. Tan sólo entre el 1 de enero y 18 de mayo de ese año, se tuvo conocimiento de más de 400 suicidios relacionados con el tema.

75 años más tarde, 15 días después de la última aparición de Halley cercana a la tierra durante 1986, la central nuclear al noreste de Chernóbil explotó originando una nube radioactiva que se desplazó por todo el sur de Europa y uno de los desastres medioambientales más graves de toda la historia.

La próxima aparición está pronosticada para el 28 de julio de 2061, ojalá y todavía andemos por aquí para documentar su paso y que usted pueda leerlo.

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.

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