PREGONERO

Amargeishon…

Ah que días acabamos de vivir en Saltillo… la fiebre por las festividades de Día de Muertos inundó la ciudad en diferentes puntos y, como suele suceder en una ciudad de casi un millón de habitantes y cientos de empresas instaladas, el tráfico en hora pico se puso duro.

Pero, como dirían los laguneros Dos Carnales, ¿qué tanto es tantito?, y es que más allá de los dimes, diretes, improperios y cosas que se escriben en el Face sobre el tráfico, la verdad es que debemos valorar el que, gracias a la seguridad que se vive en el estado, se puedan seguir organizando cada vez más eventos.

Y es que lo que se vive en Saltillo, difícilmente se vive en otras ciudades, ahí tiene por ejemplo a Fresnillo, Zacatecas, donde en pleno 1 de noviembre, una balacera cerca de una escuela arruinó la celebración de los niños ante la inseguridad que se vive en aquella zona.

En cada celebración de esas que se toman las calles, no faltan los amargados, esos que no celebran ni su cumpleaños, y que cuando la ciudad está de fiesta por alguna razón, andan con la clásica frase: “como no se van para otro lado”.

Y es que, a quién se le ocurre usar el V. Carranza, habiendo otras calles en la periferia. O cómo se atreven a hacer el altar en Santa Anita o en el Maravillas… imagínese usted un altar allá en las lejanas escaleras al cielo, o un desfile en Camino del Cuatro, para que no se vayan a molestar los pocos saltillenses a los que nada les parece.

Una vez más las celebraciones de Día de Muertos en la ciudad fueron todo un éxito gracias a la participación de muchos saltillenses.

Tanto aquellas organizadas por el Municipio y el Instituto de Cultura, como la exposición de alebrijes, catrinas y calaveras monumentales en el recién inaugurado Paseo Capital y la Plaza Nuevo Tlaxcala.

Las que se hicieron en colaboración del gobierno e instituciones, como el monumental altar de las escalinatas de Santa Anita y el enorme pan de muerto que se partió en la Alameda Zaragoza.

Pero también es de aplaudirse la labor independiente de colectivos y la iniciativa propia de algunas personas para organizar más actividades en estos días, como el desfile Xantolum, donde cientos de saltillenses tomaron el bulevar más importante de la ciudad (así tiene que ser, qué se note) vestidos como catrines y catrinas, o el monumental altar del Parque Maravillas, en donde ciudadanos y asociaciones pusieron su granito de arena para que luciera, valga la redundancia, de maravilla.

Si algo necesita esta ajetreada ciudad son actividades culturales en las que los ciudadanos puedan pasar una buena tarde en familia.

 

LA SONRISA DE RIQUELME Y MANOLO

El pasado jueves inició formalmente el proceso de entrega-recepción entre el gobernador actual, Miguel Riquelme, y el electo, Manolo Jiménez, con un acto protocolario en Palacio Gobierno y una rueda de prensa conjunta.

Ambos gobernadores salieron con una sonrisa de oreja a oreja. Riquelme confiando en que todo lo logrado en su gobierno quedará en buenas manos, mientras que Manolo viendo ya a la vuelta de la esquina su toma de protesta.

Los perfiles que acompañan a Manolo en el equipo de transición son de peso, y tienen ya planeado lo que viene. El gobernador electo dijo que su equipo para gobernar está ya al 75 por ciento, por lo que muy seguramente todos los puestos claves están ya decididos y palomeados

Autor

José Torres Anguiano
José Torres Anguiano
Reportero Multimedia. Periodista de barrio y contador de historias apasionantes.
Premio Nacional de Comunicación "José Pagés Llergo" 2017.
Premio Estatal de Periodismo 2015, 2016, 2017 y 2018.
Premio de Periodismo Cultural UAdeC 2016, 2018, 2021 y 2023.