“Si el Estado Mexicano quisiera, como lo había prometido el presidente de la República, encontrar, buscar y localizar a las personas desaparecidas, ya lo hubiera hecho. Sin embargo, casi al término de su administración los resultados son espeluznantes, más de 100 mil personas desaparecidas”, señala una de las madres
La tarde de este miércoles 10 de mayo madres de hijos desaparecidos acudieron al memorial «Árbol de la Esperanza», en la Plaza de Armas de Saltillo, para exigir, como cada Día de las Madres, justicia para sus seres queridos y su pronto regreso a casa.
Lo anterior luego de asistir a una misa en la Catedral de Santiago, en la capital coahuilense, en cuyo altar colocaron las fotografías de quienes les fueron arrebatados de su lado, lo que, en sus palabras, es una herida abierta que cala aún más en esta fecha.
Testimonios de mujeres que en su lucha por recuperar a sus hijos conformaron el colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila y en México (FUNDEC-FUNDEM) fueron escuchados durante la manifestación pacífica en la que se reprobó enérgicamente la opacidad del Gobierno Federal en cuanto a las labores de búsqueda de los desaparecidos.
«Lamentablemente un año más, siempre que pasa un Día de las Madres pensamos que el otro ya no queremos estar en esta misma condición, pero lamentablemente los resultados siguen siendo los mismos. Los familiares, sobre todo las madres, no tenemos más que resistir e insistir en demandar la búsqueda y localización de los seres queridos. Este día no es de fiesta, es de lucha y de protesta», comentó Diania Iris García, quien el 21 de febrero del 2007 tuvo contacto por última vez con su hijo Daniel Cantú Iris, mediante un mensaje de texto en el que le comentó que iba en camino a una mina en Paredón, poblado de Ramos Arizpe, junto a su jefe, Francisco León García, también desaparecido.
«El tiempo pasa y el tiempo es nuestro peor enemigo. Si el Estado Mexicano quisiera, como lo había prometido el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, si realmente fuera una política de Estado para encontrar, buscar y localizar a las personas desaparecidas, ya lo hubiera hecho. Sin embargo, casi al término de su administración los resultados son espeluznantes, más de 100 mil personas desaparecidas», agregó.
A su vez, Lourdes Herrera del Llano aseguró que el Día de las Madres para ella no es motivo de gozo y alegría, ya que le falta la calidez del abrazo de su hijo, Brandon Esteban Acosta Herrera, quien desapareció el 29 de agosto del 2009 a las afueras del Aeropuerto Internacional Plan de Guadalupe, en Ramos Arizpe, junto a su padre Esteban y sus tíos Gualberto y Gerardo Acosta Rodríguez.
«Son fechas que no pedimos vivir como madres, ahorita deberíamos estar en casa con nuestros hijos y nuestras hijas felices, sin embargo, hoy aún no están con nosotros y todos los días nos duele vivir, hoy duele más porque no están ellos. Duele ver a todas las madres felices y festejando con sus hijos, a nosotros nos faltan. Es un día diferente, lleno de dolor, de impotencia, rabia, desesperación», platicó.
Esta pena coincide con la que guarda en su corazón la señora Mireya Villarreal Salinas, quien pese a su cansancio físico y en medio de la incertidumbre, no pierde la fe de que un día sus hijos, Jorge Arturo y Luis Lauro Cantú Villarreal, toquen su puerta para que la paz vuelva a su hogar en Torreón, del que fueron sustraídos por sujetos armados.
«Ya hace 14 años que no vivo el mismo festejo del 10 de mayo ¿Cuántos años más vamos a tener que esperar para tener una respuesta sobre nuestros hijos?», enfatizó. (OMAR SOTO)
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