CÁPSULAS SARAPERAS

El puente 2 de abril

En esta ocasión te platico la historia de una obra arquitectónica que tenemos en nuestra hermosa ciudad de Saltillo, una obra civil que ha sido utilizada por la mayoría de los Saltillenses, y que ,a pesar de que le llamamos el puente “Los Rodríguez”, su nombre es otro.

La mente de quienes habitamos esta ciudad, capital del pulque, de los matachines y del sarape, volaría rápidamente al escuchar el puente “Los Rodríguez” hacia algún punto geográfico del norte de Saltillo, sin embargo, no es así, de hecho, dicho puente esta precisamente en el centro de nuestra hermosa ciudad.

Después de la tragedia del 11 de julio de 1889, que le sucedió a la familia Rodríguez y a su chofer, de nombre Higinio, cuando -en medio de una tormenta que asedió a nuestra ciudad- intentaron cruzar en un coche, jalado por caballos, el Arroyo del Pueblo, perdieron la vida a causa de la gran fuerza del agua que corría por arroyo, incluso hubiera parecido que Poseidón descargaba su furia en el arroyo, llevándose coche, caballos, chofer y familia, ocasionando la muerte de hombres, mujeres y equinos.

Al año siguiente, 19 de marzo para ser exacto, quien fuera gobernador de Coahuila, el muzquence José María Garza Galán, inició la obra del puente, para darle continuidad a la calle de Lerdo de Tejada y así, tanto peatones como carros, pudieran transitar desde y hacia el panteón “San Esteban” por esa misma calle.

Cuando se iniciaron las obras del Puente “Los Rodríguez” la autoridad colocó una cápsula (no sarapera, sino del tiempo) en la cual depositaron: algunos ejemplares de distintos periódicos; la historia de Coahuila cuyo autor fue el Sr. Estaban L. Portillo, una Constitución Política del Estado y otra federal; un ejemplar de la ley de instrucción pública es decir de educación, además del reglamento de policía y las ordenanzas municipales. En la misma ánfora pusieron una colección de monedas de distintos valores desde un peso, cincuenta centavos, una de veinticinco, un real, una moneda de diez centavos, un quinto y una de medio real, eso sí todas de plata. Según lo que investigué, una lluvia torrencial se llevó la cápsula del tiempo mientras se construía el puente, pues una obra que debería de hacerse en pocos meses terminó por concluirse después de 5 años 1 mes y 17 días. Puente que por cierto tiene una arquitectura de la época medieval.

Esa manía que tenemos los Saltillenses de llamar por otros nombres a los lugares, ha ocasionado que el puente, cuyo nombre correcto es 2 de abril, le llamemos Puente “Los Rodríguez”, en honor a la familia Rodríguez, y, si quieren saber de más puentes que se han construido en honor de alguna persona, en otra ocasión le platicaré sobre el puente que tenemos aquí en nuestra hermosa ciudad de Saltillo y fue construido en honor al villano favorito de los mexicanos, quien por cierto tiene 32 apodos, entre ellos su alteza serenísima, el César mexicano, el Guerrero inmortal de Zempoala, el quince uñas y más me refiero a Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón, mejor conocido como Antonio López de Santa Anna, a quien por cierto le debemos la invención de los chicles tal y como los conocemos, pero esa es otra historia.

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.