CÁPSULAS SARAPERAS

Armas, caballos y hombres a la plaza

 El capitán Juan de Maya, quien fungía como alcalde Mayor y capitán de Guerra de la Villa de Santiago del Saltillo, hizo sabed a los súbditos del rey que era obligación de todos contar con armas y caballos para defenderse de los llamados “indios”

En esta ocasión te platico de como con el paso del tiempo las cosas cambian y de cómo las leyes se transforman; y es que si yo le dijera que hubo un momento en el cual, en esta hermosa ciudad de Saltillo, cuando no se llamaba Saltillo y no era ciudad sino era la Villa de Santiago del Saltillo, el andar armado era una obligación, ya que en caso contrario serían sancionados por la ley del rey Carlos II, quien era conocido como “el Hechizado”.

Esto que te platico sucedió en el ya lejano año de 1672. La noticia se empezó a difundir el 9 de julio, domingo para ser precisos, cuando el capitán Juan de Maya, quien fungía como alcalde Mayor y capitán de Guerra de la Villa de Santiago del Saltillo, hizo sabed a los súbditos del rey que era obligación de todos contar con armas y caballos para defenderse de los llamados “indios” que fueran enemigos de la corona.

Pero no vaya a creer estimada y estimado Saltillense que se trataba de contar con una sola arma de fuego, pues eso dependía de las capacidades económicas de cada habitante de la villa, ya que los arrieros deberían de tener por lo menos una sola arma, pero por su parte los labradores y mineros deberían de tener dos caballos, esos sí “armados con sus armas” y el resto de la población de acuerdo con sus posibilidades.

Lo interesante de esta microhistoria Saltillense es que cada 4 meses la autoridad realizaba “reseña y lista”, para saber con cuantos hombres, caballos y armas se contaba para hacerle frente a los mal llamados “indios”. Dicha actividad, es decir la revisión, se realizaba en la plaza principal de la Villa de Santiago del Saltillo, la cual estaba y sigue estando frente a donde estaban las casas reales, para dar señas actuales, entre el Palacio de Gobierno y nuestra Catedral. Así es, en el lugar que hoy llamamos “Plaza de Armas”. El nombre con el cual llamamos a ese espacio público se debe precisamente a este hecho, a que era el lugar donde los habitantes de la villa tenían que presentar sus armas con las cuales se defendían de los “indios”.

Por cierto, déjeme decirle que aquellos súbditos del rey que no tenían armas eran multados con 50 pesos en reales, dinero que se destinaba a los gastos de guerra contra los mal llamados “indios”.

Pues así como las leyes y las costumbres cambian, la manera en que le llamamos a nuestros espacios públicos también, aunque después volvamos a llamarles como en un principio, y esto tal vez sólo sucede en nuestra hermosa ciudad de Saltillo.

 

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.