En esta ocasión te platico que ya son 500 Cápsulas Saraperas que he difundido, 500 historias de nuestra hermosa ciudad de Saltillo, las cuales nos han permitido conocer y amar cada vez más a esta capital del sarape, del pan del pulque y de los matachines.
Narrar la historia de un pedazo del cielo, que era conocido como Tlacotilla antes de que los europeos se asentarán para fundar la Villa de Santiago del Saltillo, ha sido una travesía, tal vez comparable con la que realizaron los tlaxcaltecas, enemigos de los aztecas, quienes salieron de San Esteban de Tizatlán, para fundar un pueblo llamado San Esteban de la Nueva Tlaxcala y así poder mantener con vida dos poblados, que estaban dividos por un arroyo, cuyas autoridades civiles y eclesiásticas eran distintas, sus costumbres diferentes, pero tenían la necesidad de juntos mantener con vida a lo que hoy es nuestra ciudad.
Una ciudad rica en historia, pues con tan sólo recordad que fue precisamente en nuestra hoy Plaza de Armas el primer lugar de lo que es México en donde se proclamó la independencia nacional. Un lugar en el cual existen héroes ocultos como Braulio Flores, el Rey Dormido, quien con ayuda de sexoservidoras defendió la patria ante el invasor norteamericano. Saltillo, una ciudad en la cual hasta los extranjeros defienden a México como lo hicieron los integrantes del Batallón de San Patricio en la Batalla de la Angostura.
Imposible dejar de escribir sobre una ciudad que es hospitalaria, como bien lo reconoció don Benito Juárez cuando partió hacia el norte y dejo de merendar unas deliciosas enchiladas en el “Merendero de Saltillo”.
Una ciudad que ha dado héroes nacionales durante la revolución, como mi general Félix U. Gómez. Una tierra en la cual se han librado batallas que bien podrían ser parte de una película de Hollywood, como aquella en la cual mi general Francisco Coss lazó una metralleta de los pelones.
En realidad 500 Cápsulas Saraperas son pocas para honrar una ciudad que ha progreso con el esfuerzo y trabajo de quienes ya estaban aquí y de quienes llegaron de lejos, como mi mamá; o de quienes arribaron de todavía mucho más lejos, como mis abuelos. Una ciudad que sabe dar cobijo, educación, comida, casa, familia, ocasionando que quien no es de aquí se sienta más saltillense que de donde nació.
Incluso, ni 500 Cápsulas Saraperas más serían suficientes para honrar a la ciudad que tiene tanta historia en la educación, como lo es el Ateneo Fuente, o bien de La Narro, sin olvidar el Tec —hoy de Saltillo— y la Benemérita Escuela Normal.
Muchas gracias a mi amigo Cheche, a mis tocayos Paco de la Peña y Pancho Juaristi, a Marco Romero, por ayudarme a compartir la historia de Saltillo. Agradezco a Manuel, quien desde hace más de 12 años ha editado el audio de 500 Cápsulas Saraperas. Sería una falta de respeto de mi parte no agradecer a quienes trabajan en el archivo municipal y estatal, quienes me han permitido y ayudado a “escarbar” en los tesoros que resguardan. Muchas gracias a mi gran amigo Raúl Rivero, cuyo apoyo como el de todos los mecenas ha sido fundamental para publicar mensualmente la revista “Yo Soy de Saltillo”, pero sobre todo gracias a Usted, quien me lee en El Heraldo, quien me escucha en La Reina, quien me ve en TeleSaltillo, quien me sigue en mis redes sociales o bien lee mensualmente la revista.
Hablar sobre Saltillo es un orgullo, es hablar con amor de mi tierra, una tierra cuyo progreso se ha dado a pesar de las adversidades, con el trabajo de gente honesta, una ciudad que al principio no era ni ciudad ni se llamaba Saltillo, sino dos poblados, la Villa de Santiago del Saltillo y el Pueblo de San Esteban de la Nueva Tlaxcala, una ciudad que se ha construido con millones y millones de historias.
Autor
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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