CÁPSULAS SARAPERAS

 Los Campeoncitos

En esta ocasión te platico de una novena de jóvenes Saltillenses que, en el año de 1973, hicieron historia en el deporte del béisbol, me refiero a la Selección Saltillo, en la categoría Senior, que representó a nuestro país en el mundial de la Pequeña Liga de Béisbol Williamsport realizada en la ciudad de Gary, en el estado norteño de Indiana, en los Estados Unidos.

En aquellos años, en realidad no hace mucho, tan sólo 50 años, cuando sólo existían 10 equipo infantiles-juveniles de béisbol en nuestra hermosa ciudad, se formó una selección de 14 jugadores para representarnos en un torneo nacional que se realizó precisamente en el Parque Madero, aquí en Saltillo. La novena sarapera logró el campeonato de forma invicta, despachando a su casa a los equipos de Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Estado de México, Jalisco, Durango y Zacatecas. Los jóvenes se habían ganado a pulso el mote de los “Campeoncitos”. Después de triunfar en la final, ante el equipo de Nuevo Laredo, el siguiente destino era el mundial representando a México.

El miércoles 8 de agosto de 1973 a las 7 de la mañana, 14 jóvenes Saltillenses acompañados de sus dos entrenadores y del delegado partieron de la central de autobuses Saltillo-Monterrey, que estaba ubicada en la calle de Abbott, rumbo al aeropuerto de Monterrey. Ahí tomaron un vuelo con destino a San Antonio, Texas, para después llegar a Fort Worth, también en territorio texano, y de ahí surcar por los aires, volando 1 mil 335 kilómetros para llegar, alrededor de las 8 de la noche, a la ciudad de los vientos, Chicago, Illinois, y continuar su traslado a Gary, Indiana, en autobús.

La primera noche fueron hospedados en un hotel de nombre Ramada Inn, al día siguiente fueron trasladados a una High School, donde estaban concentrados todos los equipos de todos los países que jugarían en el mundial. Los salones de la escuela fueron acondicionados como habitaciones. Frente al salón-habitación de los Saltillenses estaban hospedadoslos jugadores representantes de China-Taipéi.

El primer juego fue contra Puerto Rico, el Saltillense Juan Carlos Palacios fue el pitcher por parte de México. Palacios lanzó su bola favorita llamada “knuckle ball”, bola de nudillos, y cuando el cátcher Victoriano Contreras recibió la bola, después de que el bateador boricua la abanicó, observó que el jugador puertorriqueño brincó hacia atrás diciendo: “Chucha, ¿que fue eso?”, asombrado por el tipo de lanzamiento que realizó el Saltillense. Ese partido fue suspendido por lluvia en la tercera entrada. Cuando dejó de llover, y para asombro de los jóvenes Saltillenses, se utilizaron dos helicópteros para secar el campo. Para su mala fortuna, ese partido lo perdieron los de Saltillo.

El equipo representativo de México, el equipo Saltillense integrado por Álvaro Gaona (a) “El Indio”, de quien después les platicaré no una, sino muchas anécdotas; Alfonso Tomatsú, Reynaldo Sánchez —quien también jugó futbol americano con los Burros Pardos—, José Ortega, Mario Bustos, Placido Hernández, José Juan Quiñonez, José Ruiz, Alfonso Cepeda, Victoriano Contreras, Juan Carlos Palacios y quienes a la postre sería jugadores de la Liga Mexicana de Béisbol, Pablo López, Héctor Palacios y Ramiro Fraga, junto a sus dos entrenadores Armando Covarrubias y Manuel Camarena y a quien era el delegado Francisco Javier Robledo, pasaron literalmente de jugar en los campos de tierra, conocidos como los Tristes 1 y 2, donde hoy esta Merco Urdiñola o el Chanquilón, con un grupo de amigos, a un estadio con pasto y alumbrado con niños de todo el mundo.

El segundo partido fue contra Alemania, llevándose el triunfo los Saltillenses por 6 carreras a 4. El tercer juego fue de nuevo contra Puerto Rico, el cual volvió a ganar.

El regreso desde Gary, Indiana hasta Saltillo, fue en autobús, con el objetivo de conocer más ciudades de la unión americana, recorriendo de norte a sur esa nación. Partieron el miércoles 15 de agosto a las 8:15 de la noche para llegar a Saltillo el viernes 17 a las 5 de la tarde.

Esta es la historia de 17 Saltillenses, quienes además de lograr una hazaña deportiva, lograron poner en alto el nombre de México y de nuestra hermosa ciudad de Saltillo, y por supuesto que es una historia que vale la pena presumir.

 

 

 

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
Otros artículos del mismo autor
Artículo anteriorLIBROS DE TEXTO, EMBODEGADOS
Artículo siguienteEL CAMINO HACIA LA JUSTICIA INCLUSIVA
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.