Ejército, Semar, Cisen y policías tuvieron participación activa en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa: GIEI

Foto: Archivo Agencia EL UNIVERSAL/MBAR

Ciudad de México.- El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) se despidió este martes del caso Ayotzinapa señalando al Ejército, Marina, Cisen y a las policías locales de tener una participación activa en la desaparición de los 43 normalistas los días 26 y 27 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero.

Según los expertos, Ángela Buitrago y Carlos Beristain, las Fuerzas Armadas y las corporaciones policíacas supieron en tiempo real lo que ocurría con los jóvenes, no los protegieron y falsearon información durante la investigación para esclarecer los hechos.

Carlos Beristain consideró que existe una intencionalidad que no deja aclarar los hechos o que oculta partes significativas para no encontrar justicia.

Beristain acusó que la “colusión de mandos y elementos del Ejército con el narcotráfico explica su comportamiento en la desaparición de los estudiantes”.

“A pesar de la voluntad política inicial, cuando se llegó al núcleo duro de la verdad de nuevo prevaleció el ocultamiento”.

Beristain afirmó que “duele investigar en esas condiciones en las que la asistencia técnica se tiene que convertir en una carrera de obstáculos, las respuestas de negación de documentación y de la verdad que se han seguido dando por parte de Sedena, Semar y el Cisen y el periodo actual es un comportamiento más corporativo que compromete la verdad que es la base del núcleo de mentiras acumuladas en este caso, no es fruto de la inercia o de la burocracia institucional existe una intencionalidad que no deja aclarar los hechos o que oculta partes muy significativas de los mismos, para que haya justicia se necesita que la Fiscalía General de la República tenga una independencia y profesionalidad que se requiere y no sufrir los obstáculos de personas que participaron”.

A su vez, Ángela Buitrago aseguró que las acciones que niegan la verdad del caso impactan de manera psicológica a los familiares de los normalistas. (EL UNIVERSAL)