Entre familiares de desaparecidos y nuevos ordenados, brinda obispo Hilario mensaje de humildad 

Durante su misa dominical, el obispo de la Diócesis de Saltillo, Hilario González García, realizó nombramientos de nuevos lectores y acólitos, quienes a partir de este domingo podrán leer en misa pasajes de la Biblia ante feligreses y apoyar a diáconos y sacerdotes durante la Eucaristía, respectivamente.

Asimismo, siendo una tradición de la Diócesis el recibir a la organización Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila y en México (FUNDEC-FUNDEM) cada último domingo de agosto en la Catedral de Santiago, algunos de sus integrantes, quienes se encuentran en la búsqueda de seres queridos privados de la libertad, acudieron a este templo con el objetivo de visibilizar su lucha.

En su homilía, monseñor Hilario emitió un mensaje sobre la humildad, pilar que, en sus palabras, es una de las virtudes esenciales representadas en Dios y en su hijo Jesús.

«En esta ocasión, Jesús nos pide que trabajemos la humildad, virtud que nos exige caminar en la verdad y la rectitud acerca de nuestra condición, evitando exageraciones de más o de menos respecto a lo que somos», manifestó ante los asistentes.

«La persona humilde sabe ponerse delante de Dios con sinceridad de corazón, y se alegra en la presencia de Dios, en quien tiene puesta su seguridad y su valía, pues en Él encuentra la libertad y los dones que necesita. A quien le falta humildad, en cambio, busca aparecer como grande y autosuficiente, y no sabe ponerse delante de Dios y de los demás con sencillez y paz», agregó.

 

FELICITA A ABUELOS EN SU DÍA

El jerarca católico también aprovechó la ocasión para felicitar a todos los abuelos de la comunidad diocesana, al recordar que este domingo, en México, se celebró el Día de los Abuelos.

«Que el Señor Jesús bendiga con su paz y su bondad a toda la familia de Dios que peregrina en la Diócesis de Saltillo y a todas las personas de buena voluntad. Saludamos con cariño y respeto a todos los abuelos y adultos mayores que con su amor y sabiduría son las raíces de nuestras familias y bendición de Dios para todos». (OMAR SOTO / EL HERALDO)