Centro Cultural Vito Alessio Robles: 25 años de historia, cultura y arte 

Inaugurado con su vocación actual el 26 de marzo de 1999, el Centro Cultural Vito Alessio Robles (CECUVAR) cumple, este 2024, 25 años de existencia como uno de los recintos más emblemáticos del Corazón de Saltillo.

Cuenta con un importante acervo bibliográfico, herencia de benefactores como el propio Vito Alessio Robles, militar, ingeniero, político, escritor, historiador, periodista, diplomático y académico mexicano que participó en la Revolución mexicana, a quien se dedica este espacio desde su génesis.

“Con mucho júbilo celebramos los 25 años de vida del Centro Cultural. Nuestra misión es la investigación y la divulgación de la historia de México, de Coahuila principalmente. Para eso está la biblioteca del Centro cultural que es el eje que marca las actividades del Centro Cultural”, comentó para El Heraldo de Saltillo, Esperanza Dávila Sota, directora del CECUVAR.

“Tenemos casi 40 mil libros, son 17 fondos los que tenemos ahorita. Empezamos con Vito Alessio Robles, Oscar Dávila, José García Rodríguez, luego siguió Victoria Garza Villarreal. Todos ellos ya fallecidos, los que han donado son sus descendientes. Realmente todo eso enseña o fortalece la confianza que la gente ha depositado en el Vito Alessio Robles”, agregó.

A su vez, dispone de salas de exhibición donde se realizan exposiciones de arte plástico, un auditorio y amplio patio en el que, periódicamente, se llevan a cabo eventos de corte artístico y otros giros.

“Que un centro cultural, un centro de educación no formal como es el Vito, cumpla 25 años, es motivo de júbilo y motivo de orgullo porque este aniversario nos sorprende, nos encuentra trabajando como siempre, organizando eventos que tienen que ver con la misión del Centro Cultural”, apuntó.

En sus muros se puede atestiguar gran parte de la historia de la ciudad capital, siendo éste el propósito de su autora, Elena Enriqueta Huerta Múzquiz, quien lo realizó hace más de 50 años.

“De manera transversal, también atendemos al público infantil, para que ellos conozcan la historia más cercana a ellos, que es la historia de su ciudad. Para ello hacemos cursos de verano, independientemente de que todo el año tenemos visitas de grupos de escuelas, muchos de secundaria y de preparatoria”, dijo.

“El Centro tiene el mural, que es un mural muy importante porque es la historia de Saltillo y es una historia muy fiel, la más fiel que puede haber, de Saltillo, desde la era Prehistórica, la Conquista, hasta 1973; es un mural de casi 500 metros cuadrados”, señaló.

EL SUEÑO DE DON JAVIER VILLARREAL 

Hablar del Centro Cultural Vito Alessio Robles es también hablar, como una simbiosis inevitable, de su primer director, don Javier Villarreal Lozano (+), quien ideó su concepto hasta volverse una realidad.

“Su idea fue consolidar al Centro Cultural con su prestigio, como un espacio vivo para el arte, para los historiadores, para los intelectuales; esa fue su primera idea. Todo comienza con la idea del gobernador Rogelio Montemayor Seguy, estaba el licenciado Oscar Pimentel González como secretario de Educación y aquí estaba la Secretaría de Educación”, platicó Conchita Recio Dávila, escritora, catedrática y coordinadora de operaciones del Centro, y quien fue la colaboradora más cercana a Villarreal Lozano.

“Establecen la relación con la familia de Vito Alessio Robles para ver la posibilidad de traerse la biblioteca de don Vito. El licenciado Oscar Pimentel tiene esta idea, con el doctor Montemayor, de traerse la biblioteca, y los familiares lo aceptan pero bajo la condición de que el lugar al que fuera la biblioteca fuera un lugar apropiado, especial, único y entonces don Oscar Pimentel traslada sus oficinas enfrente de Camporredondo y los espacios quedan para el Centro Cultural Vito Alessio Robles (…). Todavía el Centro estaba en la restauración de los espacios y ya es invitado el licenciado Villarreal a ser el director”, agregó.

VOCACIONES ANTERIORES 

El inmueble, ubicado en el cruce de las calles Aldama e Hidalgo, en el Centro Histórico de la ciudad capital, se habitó por la familia Sánchez Navarro, siendo posteriormente un cuartel de artillería durante la guerra entre México y Estados Unidos.

Para 1872, este inmueble es sede del Palacio y Oficinas del Ayuntamiento, y más tarde es donado y se convierte en seminario católico, donde son educados varones a nivel de secundaria y profesorado. Tras fungir también como Casa Municipal, para 1846 se transformó en Comandancia de Policía, Separos de la Cárcel Municipal y Agencia del Ministerio Público.

Para la década de los 80, el edificio pasó por un proceso de restauración de sus espacios, lo que derivó en que, en 1987, se inaugurara la Biblioteca Municipal Elsa Hernández, con entrada por la calle Bravo; mientras que el ala ubicada sobre Hidalgo, funcionaba como oficinas de la Secretaría de Educación Pública.

En 1999, el edificio toma su vocación actual como Centro Cultural y, desde 2017, sus instalaciones se extienden con su dimensión total. (OMAR SOTO)