PREGONERO

Con AMLO se acabó la corrupción porque no son iguales a los de antes (cómo lo va usted a creer)

El último escándalo del presidente Andrés Manuel López Obrador involucra a su brazo derecho, un hombre llamado Daniel Asaf, quien, de acuerdo con audios y documentos presentados por el periodista Carlos Loret de Mola en Latinus, se ha convertido en una especie de coyote presidencial, facilitando reuniones y contratos de medicamentos, equipo médico y material para el Tren Maya.

El favorecido con estos contratos es nada más y nada menos que un amigo íntimo de los hijos del presidente, Amilcar Olán, quien se ha embolsado ya unos miles de millones de pesos, convirtiéndose en un próspero empresario en lo que va de este sexenio.

En los audios de Amilcar, lo mismo se habla de “El Gallo” (para referirse a Daniel Asaf), como de Gonzalo López Beltrán (a quien se refiere como Bobby).

Pero la corrupción no existe en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, porque simple y sencillamente no son iguales a los de antes, o al menos eso es lo que reza el primer mandatario del país en sus conferencias mañaneras cuando él, sus hijos, sus familiares, sus colaboradores cercanos o miembros de su equipo son acusados, con prueba en mano, de actos de corrupción.

La corrupción desapareció en el Gobierno Federal desde diciembre de 2018, tal y como lo prometió el propio AMLO desde su campaña, y es que tan sólo al referirse a actos dudosos de sus hijos, familiares o cercanos, el titular del Ejecutivo increpa a cual reportero lo cuestione, que si el medio es amarillista, que si el reportero trae línea, que si sus adversarios, que si todo es culpa de Calderón.

Ha sido el portal de Carlos Loret el que prácticamente ha traído de bajada al presidente, su familia y su equipo, con reportajes profesionales en los que se incluyen las pruebas de lo que se señala, pero en la siguiente mañanera Andrés ha intentado voltear la tortilla hablando de la riqueza del comunicador, que sus propiedades, que sus cuentas, como si a usted y a mí, querido lector, nos importara cuántos dólares tiene guardados Loret, porque lo que sí nos importa es a dónde va a parar la lana de los recursos públicos que administra López y su equipo.

Por eso le digo que la corrupción desapareció, si no fue en el acto, si fue por decreto, por señalamiento o porque el presidente dice que en su equipo y su familia no hay corruptos, y como sus fieles seguidores le creen todo a ciegas, entonces no hay corrupción.

Ya ve eso que dicen: Lo que dicen que pasó en el Gobierno de AMLO no es cierto, y si es cierto que pasó, no es como lo dicen, y si es como lo dicen, entonces exageran. Porque al final de cuentas, el PRIAN robó más.

Le hago un pequeño recuento de ‘las escándalas’ que llevamos en el sexenio:

En agosto del 2020 se filtraron videos de Pío López Obrador, hermano del presidente, recibiendo dinero de David León, recursos que fueron utilizados, presuntamente, para financiar la campaña de AMLO. El presidente dijo que sus adversarios quieren decir que son iguales a los de antes, pero que en el video de su hermano lo que se apreciaba eran aportaciones para el movimiento. Al final dos años después se le dio carpetazo al asunto y no se ejerció acción penal contra el hermano Pío.

En 2021 se filtraron videos donde otro hermano del presidente, ahora Martín Jesús López Obrador “Martinazo” recibía dinero en efectivo por parte del mismo David León, mismo que fue presuntamente utilizado para una de las campañas de AMLO. Hasta la fecha no hay avances en la investigación y sanción del caso.

En 2022 una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción reveló que el hijo del presidente José Ramón López Beltrán vivía en una lujosa residencia de Houston, propiedad de un alto directivo de Baker Hughes, compañía petrolera que tiene contratos con Pemex por más de 151 millones de dólares. AMLO aseguró que ese hijo es un pan de Dios y sus hijos no tienen influencia en su gobierno.

Luego está Felipa, su hermana, propietaria de una empresa contratista de Pemex que ha recibido contratos por 365 millones de pesos, AMLO de nuevo dijo que “no somos iguales, aunque sean familiares no va a haber corrupción. Pemex rescindió los contratos que tenía con Felipa Obrador.

Estos como ejemplos sólo de su familia, sin mencionar los de miembros de su gabinete que, si le seguimos, necesitaríamos varios tomos para exponerlos.

Lo preocupante de todo, más allá de que el presidente haga como que la virgen le habla, es el hecho de que sus seguidores, como fanáticos religiosos, le creen y avalan todo lo que él asegura desde el púlpito mañanero, así es más fácil acusar a los periodistas, que aceptar la cruda realidad de un sexenio igual o más corrupto que algunos anteriores.

 

Autor

José Torres Anguiano
José Torres Anguiano
Reportero Multimedia. Periodista de barrio y contador de historias apasionantes.
Premio Nacional de Comunicación "José Pagés Llergo" 2017.
Premio Estatal de Periodismo 2015, 2016, 2017 y 2018.
Premio de Periodismo Cultural UAdeC 2016, 2018, 2021 y 2023.