Japón anunció que el 24 de agosto liberará al océano el agua tratada de Fukushima

(Xinhua/James Lee) (oa) (ra) (da)

Tokio, Japón.- El Gobierno de Japón anunció este 22 de agosto que el próximo jueves 24 comenzará el vertido al océano de más de 1 millón de toneladas métricas de agua radiactiva tratada de la planta de energía nuclear de Fukushima. Una decisión que ha generado protestas en la sociedad nipona y en la industria pesquera nacional, además de en países vecinos como China y Corea del Sur.

“Le pedí a Tepco (Tokyo Electric Power Company, operador de la planta) que se prepare rápidamente para la descarga de agua de acuerdo con el plan aprobado por la Autoridad de Regulación Nuclear, y espero que la descarga de agua comience el 24 de agosto, si las condiciones climáticas lo permiten”, declaró para ‘Reuters’ el primer ministro de Japón, Fumio Kishida.

Según el Gobierno japonés, la liberación de agua es segura y cuenta con el aval del OIEA (La Agencia Internacional de Energía Atómica por sus siglas en inglés). En un informe de junio, el organismo señaló que el plan de vertido cumplía con los estándares internacionales y que el impacto que tendría en las personas y el medio ambiente era «insignificante». Naciones vecinas, como China y Corea del Norte, han manifestado un fuerte rechazo a la medida, mientras que ciudadanos en Corea del Sur han protestado contra la decisión del organismo de control nuclear de la ONU.

El agua de Fukushima se compone del agua contaminada durante el proceso de enfriamiento de los reactores dañados y el combustible fundido a raíz del accidente nuclear desencadenado por el terremoto y tsunami de marzo de 2011, así como de filtraciones de agua de lluvia en las instalaciones durante estos más de diez años.

Esta agua se ha estado almacenando en tanques tras someterse a un exhaustivo procesamiento para eliminar la mayoría de los elementos radiactivos, pero los recipientes y el espacio de almacenamiento físico en las instalaciones está llegando a su límite.

Pese a esta argumentación, la comunidad pesquera del país, y en especial los pescadores locales de Fukushima, han mostrado su rechazo a la iniciativa, por el nuevo golpe que el vertido supondrá para la reputación de las capturas de la zona, ya lastradas por las consecuencias de la crisis nuclear. “No hay ningún cambio en nuestra postura contra la medida, porque como venimos insistiendo se trata de un vertido al mar que no cuenta con la comprensión de los pescadores ni del pueblo japonés”, señaló este martes 22 de agosto en un comunicado la federación nacional de pescadores de Japón.

Este mismo martes, varios centenares de personas se congregaron frente al Parlamento nipón para protestar contra el vertido, que se prevé que se prolongue en el tiempo varias décadas, en paralelo al largo y complejo proceso de desmantelamiento de la planta.

La organización ecologista y antinuclear Greenpeace también criticó la decisión de Tokio de proceder al vertido desde este jueves, y señaló que la medida “ignora la evidencia científica”, en un comunicado. “Viola los derechos humanos de las comunidades en Japón y la región del Pacífico y no cumple con el derecho marítimo internacional. Lo que es más importante, ignora las preocupaciones de su pueblo, incluidos los pescadores”, señaló la ONG.

Por otra parte, Pekín, volvió a exigir hoy a Tokio que detenga el vertido y señaló que seguirá tomando medidas “para salvaguardar la seguridad alimentaria y la salud de los ciudadanos chinos”, a través de su portavoz de Exteriores Wang Wenbin. (EL HERALDO CON INFORMACIÓN DE REUTERS)