CÁPSULAS SARAPERAS

Héctor González Meléndez

En esta ocasión te platico la historia de un Saltillense por nacimiento, Héctor González Meléndez, quien vio la luz del astro rey por primera vez el 26 de julio de 1943, hijo de José González Peña y Ernestina Meléndez Valdés, integrantes de una familia numerosa pues llegaron a ser 11 miembros.

Don José tenía por profesión la de profesor. Sus ingresos no alcanzaban a cubrir los gastos de la familia, por ello, desde niño, Héctor colaboraba con el pago de los gastos boleando calzado en la Plaza Manuel Acuña. Su tío Pedro se dedicaba a la venta de máquinas de escribir y muebles para oficinas, lugar donde Héctor empezó a trabajar de mandadero y en sus tiempos libres, en el mismo negocio, de tal forma que, para entretenerse, aprendió a reparar las máquinas de escribir cuando tenía ya 14 años. De manera simultánea, Héctor emprendió un negocio, con tan sólo una bicicleta, algo de herramienta y eso sí, con muchas ganas de salir adelante. El negocio era recoger las máquinas de escribir descompuestas, repararlas y regresarlas.

En algún momento, el regiomontano Manuel Sánchez conoció a Héctor y su trabajo como reparador de máquinas de escribir, invitándolo a trabajar en la capital de Nuevo León. Héctor aceptó y Manuel, además de darle empleo, fue su mecenas escolar, pagándole sus estudios. Después de poco tiempo Manuel le dijo: “Ya estás listo para poner tu negocio, regresa a Saltillo”.

Héctor regresó a Saltillo en 1962, ya sin la bicicleta. Abrió un taller sobre la calle de Manuel Acuña en la casa marcada con el número 456, espacio que ocupó por 5 años, hasta que, en la ciudad de Barcelona, la dirección general de Hispano Olivetti se dio cuenta que en Saltillo tenían una gran oportunidad al contactar a Héctor, quien aceptó ser el distribuidor oficial de las máquinas de escribir Olivetti en esta ciudad.

Para 1967 abrió las puertas de su nuevo local sobre la calle de Hidalgo esquina con Pérez Treviño, antes conocida como V. Carranza, ya con el respaldo internacional de Olivetti. El negocio siguió creciendo y en 1978 construyó un edificio en el cruce de Xicoténcatl y Pérez Treviño, para establecer ahí su negocio con el nombre “Proveedora de Oficinas de Saltillo”. Para 1990, cambió de ubicación del negocio a la calle de Melchor Múzquiz, y actualmente el negocio está ubicado sobre la Avenida Universidad, a un costado de la Secundaria Técnica #4, que lleva por cierto el nombre de Ismael Ramos.

Héctor es un hombre que conoce que la solidaridad es un valor fundamental, y muestra de ello es su compromiso con la sociedad, siendo socio fundador del Club Sertoma Saltillo, socio fundador del patronato de Bomberos de Saltillo, socio fundador de Cáritas de Catedral, integrante del patronato de la feria de Saltillo, socio del Consejo Internacional de Buena Vecindad. Es además un comerciante comprometido con su gremio, siendo socio de la Cámara Nacional del Comercio, y ganador de la Presea a la Perseverancia por la CANACO además de haber sido galardonado como el Comerciante Distinguido del Año por la misma cámara.

Por cierto, don Héctor es el propietario de tal vez la colección de máquinas de escribir y cajas registradoras más grande de todo México.

Se casó con Elsa María de la Fuente García el 7 septiembre de 1973, con quien tuvo 5 hijos: Héctor, Elsa María, Violeta, Perla y José Alberto. Es abuelo de 9, 4 nietas y 5 nietos.

Es además un hombre de mucha fe, ferviente creyente en el Creador, hombre serio, honesto, recto, ser humano ejemplar, padre y abuelo amoroso.

Definitivamente, la vida de don Héctor es un ejemplo hermoso de superación, un ejemplo de éxito, un ejemplo de que cuando realizas las cosas con amor, vences cualquier adversidad. Un ejemplo de esos que parece que sólo existen en los libros o en las películas, de esos ejemplos de que todos los días son para vivir y hacer las cosas con dedicación. Por esa razón, Héctor González, su historia, su familia y su negocio son algo muy de Saltillo, y que vale la pena presumir.

 

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.