El principal reto de las familias es que permanezcan unidas; señala Obispo de Saltillo

El Obispo de Saltillo, Hilario González García,  dijo que en tiempos complicados como los que vive la sociedad actualmente el principal reto de las familias es que permanezcan unidas, y se mantenga en esa institución el vínculo de amor y solidaridad que en momentos difíciles debe existir entre sus integrantes, en lugar de caer en la tentación de buscar la salida fácil a esas situaciones dejando que cada quien salga adelante como pueda.

En entrevista, luego de encabezar este domingo en el marco del Día de la Familia la celebración de la misa en la Catedral de Saltillo, el jerarca católico llamó  a los fieles a defender el gran regalo de Dios que dijo, representa la familia y todos los valores que sirven de soporte a ésta última, mismos que hoy se ven amenazados por dificultades de tipo económico, moral o espiritual.

“Hoy celebramos el Día de la Familia, es una oportunidad para echarle una porra a nuestra familia, que es un regalo de Dios, donde descubrimos una vocación al amor, que tiene su fuente en el amor divino, el amor de Dios y en su gracia que nos acompaña y nos ayuda”, señaló el Obispo.

“Es cierto que a veces pasamos por momentos difíciles, de prueba, algunas familias tienen retos, algunos económicos, a veces morales, otros laborales o espirituales, pero hay que recordar que el origen de la familia está en el amor divino que se manifiesta en los esposos, en los hijos, en una familia extensa, en la manera en que nos vamos ayudando unos a otros a desarrollar nuestra dignidad de hijas e hijos de Dios”, agregó.

Hilario González recordó que, dentro de las diferentes parroquias de la Diócesis, existe el apoyo de la Pastoral Familiar, institución que a través de terapias impartidas por especialistas y otras medidas contribuyen a solucionar los principales problemas que afectan a las familias de esta comunidad.

“Sin duda hoy más que nunca, el reto es que las familias permanezcan, esa es una situación difícil, a veces las dificultades que encontramos en la convivencia, sobre todo entre los padres de familia, hay que recordar también que la convivencia con los adolescentes y con los jóvenes se ha complicado, y puede haber momentos de desánimo o de desesperanza, sin embargo, es al contrario, cuando las cosas parecen más mal hay que vencerlas con el bien”, agregó el Obispo de Saltillo. (ÁNGEL AGUILAR/ EL HERALDO)