COMO DECÍA MI ABUELA

“Calladitas”…

En los días en que nos reuníamos las primas en casa de mi abuela, las conversaciones se tornaban divertidas y ruidosas al grado en qué, más de una, soltaba una estruendosa carcajada, a la que sucedían algunas más, todas contagiadas por la alegría de las demás. En una ocasión, Rito se unió a la algarabía, imitando las sonoras risas y provocando mayor alboroto. Tal era el ruido, que mi abuela nos llamó la atención diciendo: «niñas, calladitas, se ven más bonitas«, de inmediato se hizo el silencio en la sala, pero el cotorro volvió a imitar las carcajadas, a lo cual, mi abuela respondió con un largo estallido de risas.

El tema «Sessions 53» de la colaboración de Shakira con BZRP, ha causado furor en las redes sociales. Ya sea que las personas comulguen o no con la manera en que la cantautora «factura» su vida sentimental, lo que es innegable es el éxito obtenido en los servicios multimedia como Spotify, YouTube Music, entre otros. Pero Shakira, no es la única que sacó a ventilar «la ropa sucia» pues al día siguiente al estreno de su colaboración, la cantante Miley Cyrus desbancó a la colombiana con su canción «Flowers» con la que, al igual que Shakira, transmutó su dolor a dólares.

El que ambas cantantes se colocaran rápidamente en el número 1 no es obra de la casualidad. Como reza el dicho de la segunda ola del feminismo «lo personal, es político» y así lo dejan ver millones de mujeres alrededor de todo el mundo quienes hicieron de ambos temas éxitos mundiales y los proclaman incluso, cómo himnos feministas. Me parece importante destacar justo este punto, porque entiendo que, a la mayoría de las mujeres que han (o hemos) sufrido una infidelidad, se nos impone un voto de silencio, alegando que «calladitas, nos vemos más bonitas» en pro de guardar las apariencias y por el bienestar de las familias, pero si entendemos que, «lo personal es político», advertimos con una gran claridad que, quiénes realmente se ven beneficiados son los hombres, pues de esta manera, pueden continuar ejerciendo violencia sobre sus parejas, tachándolas de celosas, locas, exageradas y levantando una luz de gas alrededor, para que ni ellas mismas puedan distinguir las consecuencias a su salud y autoestima luego de la infidelidad. Enfrentar las consecuencias que acarrea la infidelidad puede sumergirnos «en una avalancha de pérdidas» cómo lo señala Janis A. Spring en su libro Después de la infidelidad, ya que, quién es víctima de infidelidad, pierde el sentido de justicia, de valor propio, e inclusive, de la vida misma.

Y por supuesto,  también hay pérdidas económicas. Muchas mujeres, sobre todo aquéllas que se dedican mayormente a la crianza de los hijos y el cuidado del hogar, prefieren continuar con el matrimonio, calladitas para no incomodar y para no terminar en situación de calle. A todo esto se suman otras formas de violencia como la violencia vicaria dónde se utiliza a los menores, para seguir coaccionando a la esposa a callar y mantener el vínculo matrimonial.

Sin embargo, callar no es la solución, mientras más se habla y se realiza un ejercicio de libertad de expresión, también se vive una catarsis colectiva. Muchas  mujeres aprovecharon ambos éxitos musicales para contar su historia o historias de infidelidad y muchas otras lo hicieron animadas por los relatos compartidos.

Además, alzar la voz, trae múltiples recompensas, no sólo a nivel salud mental, sino a nivel político. Ejemplo de esto son los múltiples casos de violencia contra las mujeres, que luego de hacerse virales, obtienen una respuesta y en los que se ejercen acciones positivas por las autoridades, o lo ocurrido el martes 17 de enero de este año, cuando se discutió en el pleno de la Suprema Corte de Justicia, la Acción de Inconstitucionalidad promovida por la CNDH y su titular Rosario Piedra Ibarra, contra las reformas a las leyes de Yucatán que forman parte de la llamada 3 de 3 contra la Violencia. Esta AI, señalaba que se violentan los derechos de quiénes buscaban el acceso a un cargo público, ya que la 3 de 3 agrega como requisito   no ser acosador, violador o deudor alimentario y así, se evita que cualquiera pueda valerse de sus influencias para evadir a la justicia y/o sus obligaciones alimentarias. Afortunadamente, muchas activistas y abogadas feministas se movilizaron por medio de conferenciad de prensa, presentaron un amicus curiae para señalar el sinsentido de la acción de Inconstitucionalidad que, gracias a ese trabajo de concientización, quedó desechada definitivamente lo que se traduce en mayor protección para mujeres y niños acreedores a una pensión. Claramente, el silencio no es nuestro mejor aliado.

Socialmente, hablar del tema también impacta y genera un cambio profundo en las creencias colectivas, y aunque, todavía hay quiénes optan por callar, muchas mujeres prefieren romper el silencio y tejer redes de apoyo para salir adelante, económica y mentalmente. Porque, contrario a cómo decía mi abuela,  «calladitas, (no) nos vemos más bonitas», es más, calladitas, no nos vemos.