A LA BÁSCULA

En la misma sintonía 

Miguel Ángel Riquelme, gobernador de Coahuila, lleva muy puntualmente su contador de los días que le quedan al frente del Gobierno del estado de Coahuila, y por ahí deben quedarle algo así como 540 días. Lo tiene muy claro, como también que lo que resta de su administración quiere cumplirlos como lo ha hecho hasta ahora, como si fueran sus primeros días.

Riquelme es el mandatario estatal mejor calificado del país por segundo mes consecutivo, y mantiene a la entidad en el tercer lugar de los de más alta competitividad en el país, sólo debajo de la CDMX y Nuevo León, pero encima de otros como Querétaro, Jalisco, Aguascalientes y Baja California Sur, y es cuarto a nivel nacional en la generación de empleo formal.

En más de una ocasión lo hemos comentado en este mismo espacio, que la tendencia del torreonense va a la inversa de la lógica que dice que el ejercicio del poder desgasta y que conforme se avanza en una administración, empieza el declive considerado como ‘natural’ por ese desgaste del ejercicio del poder. Con Riquelme ha resultado al revés, conforme avanza su sexenio, los niveles de aprobación han ido creciendo, es bien visto y calificado por los coahuilenses de las diferentes regiones del Estado.

Pero además de haber sabido responder en su gobierno a pesar de que le ha tocado navegar casi todo el tiempo o a contracorriente o en aguas turbulentas, es un gran operador político, discreto pero muy efectivo. Tan es así que pasó casi inadvertida su mano en el proceso electoral del pasado domingo en Durango, donde si bien Shamir Fernández se mantuvo todo el tiempo como el enviado de su partido en Gómez Palacio, al final también se incorporaron la senadora Verónica Martínez y el legislador federal José Antonio Gutiérrez Jardón.

Es obvio, que a Riquelme Solís le importaba tener ‘al minuto’ el pulso de las campañas y de la elección en Durango, porque la vecindad que se tiene con esta entidad va mucho más allá que eso; La Laguna es un territorio compartido en el que de un lado y otro del Nazas diariamente hay un importantísimo intercambio no solo de personas y mercancías, sino de temas como la salud, las tendencias políticas y seguridad entre otros. Siempre lo que ocurre en un lado del lecho seco del río, afecta positiva o negativamente según sea el caso, en la rivera de enfrente.

Por cuestiones de querencia natural, Miguel no se olvida de sus orígenes y tiene una normal proclividad hacia La Laguna, su tierra natal, por lo que analistas políticos consideran que, aunque ya no son muchos los días de Riquelme al frente del Gobierno de Coahuila, la llegada de Esteban Villegas Villarreal al de Durango, trae buenos presagios para la tierra comarcana.

A ojo de buen cubero, me parece que ambos gobernadores están en la misma sintonía. Lo hizo Riquelme en su momento desde que ganó la alcaldía de Torreón, que empezó a trabajar desde el día siguiente de los comicios, de forma tal que cuando asumió el poder no llegó a planear ni a ver como estaban las condiciones del municipio, sino que ya tenía bien diseñado su plan de trabajo y lo aplicó desde el primer día.

Villegas Villarreal está y lo ha dicho con la firme idea de que, a partir de la recepción de la constancia de mayoría, empezar a trabajar inmediatamente, no esperarse hasta su toma de posesión, y tiene bien claro lo que le duele a cada región del estado. Para La Laguna sus proyectos son específicos porque además fueron promesas que hizo de manera conjunta con Lety Herrera y Homero Martínez.

Ya tuvo sus primeros acercamientos con Riquelme Solís e incluso planea, como el coahuilense lo hace casi todos los lunes de estar presente en La Laguna, concurrir los mismos días para encontrarse casi semanalmente para atender los temas laguneros, entre los que predominan la seguridad, el abasto de agua potable, la inversión y generación de empleo. Esteban lo dijo este miércoles en Gómez Palacio y no será extraño ver a los gobernadores de Coahuila y Durango en giras conjuntas por diversos países del mundo en aras de traer inversiones para La Laguna, promover a la región como lo que es, un solo cuerpo.

Esteban Villegas pretende exponerle a Miguel Ángel Riquelme el proyecto de iniciar cuanto antes una campaña intensiva de reforestación, que ayude a mitigar al menos un poco las altísimas temperaturas que hemos venido padeciendo en La Laguna en esta temporada, con la mayor parte de los días con 40 o más grados.

Entre los dos mandatarios y los alcaldes de la región, parece ser que hay un verdadero y positivo ‘click’, que hace presagiar que vendrán buenas cosas y mejores tiempos para La Laguna. Ojalá que así sea.

 

laotraplana@gmail.com

 

@JulianParraIba

Autor

Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.