CINEMATÓGRAFO

“Ruido”, simplemente brutal

El tema de los desaparecidos en México ha ocupado las primeras planas de los diarios del país por muchas ocasiones, en televisión ha sido un poco menos sonado por la notoria codependencia económica del medio de comunicación, aunque algunos cuantos han tenido las agallas de mostrar esa realidad que imperó gracias a la llamada lucha de los cárteles, que comenzó de manera fatídica Felipe Calderón Hinojosa en su sexenio de terror.

Tal ha sido la trascendencia del tema que dio un salto obligado de las planas y el apoyo de la verdadera sociedad civil a los afectados, a la pantalla grande, con una obra tan devastadora, que basta con catalogarla como brutal, por las diversas significaciones que envuelve y el tremendo trabajo de Julieta Egurrola. “Ruido”, la cinta dirigida por Natalia Beristain que está disponible para sufrirse y repensarse en Netflix.

La cinta cala hondo de principio a fin, pues la secuencia con la que comienza la escalada de estrés y decepción nos remite a la sala de la fiscalía especializada en desapariciones, donde una madre llamada Julia (Julieta Egurrola) y su esposo (Arturo Beristáin), desesperados por todo el tiempo que su hija ha estado desaparecida, son citados, aparentemente para identificar el cuerpo de su heredera, aunque el nuevo fiscal les comenta que una vez más se han equivocado y el cuerpo no pertenece a su hija desaparecida.

La madre decide tomar medidas extremas y adentrarse en el mundo de las buscadoras, aproximarse a una periodista que está dispuesta a apoyar a mucha gente que está en busca de sus hijos y familiares que han desaparecido por la llamada lucha contra el narco.

De a poco se adentra en un complicado mundo subterráneo, en el que la delincuencia tiene las riendas de todo cuanto sucede a su alrededor y es advertida por la autoridad máxima en la materia, quien le explica que ha hecho enojar a muchos personajes de poder, así que debe alejarse de inmediato, aunque cuando el mensaje llega, ella ya ha tenido una nueva y dolorosa pérdida, que la lleva a repensar su estrategia.

El filme decía yo, se sufre desde el principio, porque resulta imposible ocultar la aberración que se siente al observar cada paso que Julia va dando con el objeto de enfrentar una realidad tan brutal, que vale mencionar, es la misma que viven cientos o miles de personas que han perdido a un ser querido y que no tienen ni idea de lo que le ha sucedido.

“Ruido” es intensa y desnuda a sus personajes, nos deja ver a través de ellos, sobre todo de Julia y su amiga periodista (Teresa Ruiz), quien reflexiona sobre el apoyo a los otros analizando que es una forma de crear una cultura de la fraternidad. En suma, un filme muy recomendable que deja ver parte de ese gran descontento social.

Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales “CinematografoCeroCuatro” en Facebook, “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter y Trejohector en Spotify.

 

 

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El Heraldo de Saltillo
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