Roberto Castillo Mata: el sacerdote que acompaña a los difuntos en Día de Muertos

Desde su ordenación como sacerdote hace 26 años, cada 2 de noviembre, Día de Muertos, Roberto Castillo Mata, miembro de la Parroquia La Natividad de la colonia Miravalle en Saltillo, visita las tumbas de difuntos colocadas en panteones de esta ciudad como los de Santo Cristo, San Esteban y Santiago para orar por sus almas y bendecir su última morada terrenal.

«Es un día muy especial. No tanto celebramos la muerte sino la vida, se dice que una persona muere cuando ya nadie la recuerda, sin embargo, entre nosotros nunca sucede eso. Solamente se trata de una separación física, solamente los lazos visibles quedan rotos pero hay otras formas de que todas estas personas que están en los cementerios sigan presentes», compartió con EL HERALDO.

Ciudadanos que acuden a estos espacios para limpiar y dejar flores en los lugares donde yacen los restos de sus seres queridos, aprovechan su presencia para pedirle que eleve una oración por su eterno descanso.

«Es necesario que nosotros como pastores estemos cercanos con la gente y de manera especial en los momentos difíciles, cuando pierden a un ser querido. En este día acompaño a mucha gente para hacer oración por sus seres queridos y darles ese mensaje de fe y de esperanza que, así como Cristo resucitó entre los muertos también nuestros seres queridos resucitarán a una vida nueva», externó.

En sus palabras, el recorrido que realiza año tras año por estos panteones es una manera de honrar la memoria de quienes físicamente han partido pero que viven en la memoria de quienes los recuerdan.

«Le dedico un tiempo considerable a cada lugar para atender a la mayor cantidad de gente posible, por eso estoy aquí. En lo personal cada año hago esto, cada año acostumbro acompañarlos en este día». (OMAR SOTO / EL  HERALDO)

Autor

Omar Soto
Omar Soto
Reportero de El Heraldo de Saltillo. Apasionado por la cultura y lector voraz.