Las leyes antiaborto en Texas se han radicalizado a tal grado que está por aprobar una ley donde si un violador embaraza a su víctima, este podría demandarla si decide abortar el producto de dicha agresión sexual, así como también demandar a la familia o cualquier persona que haya apoyado en la interrupción del embarazo ya sea con asesoramiento o brindándole algún tipo de fondo monetario.
Con esta noticia amaneció este jueves 6 de mayo el estado de Texas en Estados Unido, lo cual desató una cadena de inconformidad entre defensores de los derechos humanos y en especial de Marina Garret periodista de NBC News defensora de sobrevivientes de delitos sexuales, quien detalla que el estado con una de las mayores presencias de mexicanos habitando ahí y gobernado por los republicanos ha hecho activismo antiaborto desde que se legalizo interrumpir la gestación antes de la 6 semana, donde el feto comienza a tener actividad cardiaca.
Garret afirma que antes de la sexta semana es muy posible que la mujer aun no esté enterada de que se encuentra embarazada, por lo cual, después de dicho periodo de tiempo la interrupción del embarazo se vuelve ilegal, incluso en casos de incesto, violación y cuando el feto pone en peligro la vida de la madre.
De esta forma la legislación, afirma la comunicadora, cuenta con candados para que, al agresor sexual, no le sea posible reclamar sus derechos sobre el producto de la violación, al serle retirados sus derechos ciudadanos por estar internado, preso o a disposición de una autoridad judicial correspondiente, sin embargo, enfatiza Garret, las demandas hacia la victima podrían suscitarse a través de terceros. (CON INFORMACIÓN DE SIN EMBARGO)
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