Los archivos de espionaje acumulados durante un siglo por el cuerpo secreto de México serán abiertos al público, incluidos episodios como la persecución de opositores, anunció el gobierno.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó que se tomó la «decisión de la apertura de los archivos de la Policía Federal, de la policía encargada del espionaje en otros tiempos y del desaparecido Cisen (Centro de Investigación y Seguridad Nacional)».
«Se van a abrir para que los ciudadanos puedan tener acceso a ellos, sobre todos los investigadores. Es parte del programa del fortalecimiento de nuestra memoria histórica», apuntó.
El objetivo es garantizar el derecho a la memoria histórica del país, expuso el mandatario en su rueda de prensa matutina.
López Obrador aclaró que sólo se respetarán las limitaciones que establece la ley, lo relacionado con la protección a niños y familiares de víctimas, «lo que pueda afectar, dañar, la dignidad de las personas, los derechos humanos».
No obstante, aseguró que las víctimas tendrán derecho a presentar denuncias y exigir indemnizaciones del gobierno por actos de represión.
López Obrador, quien al asumir el pasado 1 de diciembre la Presidencia se fijó el propósito de desaparecer el Cisen, firmó esta semana un decreto para abrir los archivos relacionados con violaciones de derechos humanos y persecuciones políticas vinculadas con movimientos políticos y sociales, así como con actos de corrupción.
Explicó que en 1918 el entonces presidente de México, Venustiano Carranza, inició la contratación de agentes confidenciales para la investigación política y el espionaje a opositores..
Desde entonces, han existido varias instituciones hasta la desaparición del Cisen a finales del año pasado, aunque se mantiene el Centro Nacional de Inteligencia.
Los documentos eran celosamente resguardados desde hace varias décadas en un lugar apartado del Archivo General de la Nación (AGN), la antigua cárcel de Lecumberri, que operó hasta 1982 en la Ciudad de México y donde numerosos opositores estuvieron presos.
El director del AGN, Carlos Enrique Ruiz, fue quien los descubrió en un apartado que aún era vigilado por un grupo de investigadores del Cisen.
El también historiador aclaró que la mayoría de los expedientes fueron archivados por policías, lo cual significa que se deben ordenar y clasificar para su fácil identificación.
Aclaró que la responsabilidad del AGN es organizar los materiales, clasificarlos y difundirlos, pero no entrará en ningún terreno de investigación.
Eso le toca hacerlo a los historiadores, investigadores o periodistas, agregó.
Lecumberri fue una prisión de alta seguridad que se encuentra en pleno corazón de la capital mexicana y a escasos metros de la Cámara de Diputados.
En ella estuvieron presos personajes como Francisco Villa, David Alfaro Siqueiros, José Revueltas, entre otros políticos, artistas, activistas e intelectuales reconocidos.
Se espera que en menos de un mes se den a conocer los lineamientos del archivo, y en no más de 128 días establecer comunicación con organizaciones y dependencias para recibir documentación. (XINHUA)
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