EL RETRATO DE DORIAN GRAY

POR ARIADNE H.

Hace más de un siglo, el 30 de noviembre, murió Oscar Wilde, dejando un rico legado literario entre el que se encuentra su única novela: The picture of Dorian Gray o “El retrato de Dorian Gray”, así como otras obras más que llevaron al escritor a consagrarse como una de las figuras literarias más importantes de su época.

Con maestría, Wilde escribe la historia de Dorian Gray, un joven de extraordinaria belleza que, en lugar de que envejezca, es su retrato pintado el que sufre los estragos del tiempo. Con tono melancólico, Oscar Wilde parece susurrar a través de sus paginas el horror que implica que alguien tan hermoso tenga que envejecer. “Es una lastima que así sea” parece decir el escritor sobre el inevitable proceso que lleva de la juventud a la vejez.

Hablar de la inmortalidad es siempre hablar de un deseo secreto, de uno que deja al descubierto nuestro creciente miedo por el paso de tiempo y la aparición de arrugas, dejando en descubierto que, en efecto, el tiempo ha pasado.  El escritor irlandés retrató este miedo en su única novela.

Fuertemente criticada, el autor escribe una obra que no solo es provocadora, sino que reta a todo aquél que se atreva a leerla. A través de sus páginas desafía a todo lector y pone en duda todo precepto, llámese fidelidad, amor o arte.  Tachada de inmoral por el tiempo en que fue escrita, El retrato de Dorian Gray es una obra que invita a cuestionarse todo lo establecido.

Wilde fue una figura cuya vida, años después, lo hizo ser considerado un ser enigmático, con un aura de misterio, pero también de encanto y extravagancia. Asociado a menudo con la homosexualidad, Oscar Wilde fue acusado de retratar en esta obra muchos de sus “vicios”.

Wilde no escribe una novela moral o inmoral. Sí escribe, sin embargo, una obra que retrata la belleza y lo efímera que es ésta. En un mundo lleno de personas cuyo miedo a envejecer los lleva a realizarse cirugías estéticas cada tanto, El retrato de Dorian Gray es un libro que sigue reflejando fielmente la realidad del mundo. Conviene preguntarse, además, si como dice el personaje de Henry Wotton, es la belleza lo único que vale la pena.

El retrato de Dorian Gray es una obra que, cualquiera que se atreva a leerla, descubrirá en sus páginas voces y deseos que se creían ocultos, innombrables incluso. Oscar Wilde merece ser recordado y es nuestro deber, como humanidad, leer a este autor y adentrarse en su rica producción literaria.