En tiempos de desinformación y dietas milagro, la Dra. Mónica Torres promueve un enfoque humano y científico para recuperar la salud y la confianza
Hablar de nutrición hoy no es una cuestión estética, sino una necesidad urgente de salud pública. En México, la obesidad y la diabetes tipo II se han convertido en epidemias silenciosas que afectan a millones de personas de todas las edades. Según la Guía Mexicana de Obesidad 2024, el 36.9% de los adultos vive con obesidad, una condición que incrementa el riesgo de padecer enfermedades como hipertensión, infartos o diversos tipos de cáncer.
Pero más allá de los números, la obesidad es un tema profundamente humano, que exige empatía, educación y acompañamiento. Así lo comparte la Dra. Mónica Torres Apolinar, médica con posgrado en Nutrición en Obesidad y Diabetes, y miembro activo de la Sociedad Mexicana de Obesidad, quien desde su consulta trabaja para cambiar la manera en que entendemos el cuerpo y la alimentación.
“Comer bien no se trata de prohibiciones, sino de entender, educar y nutrir”, afirma la especialista.
ROMPER EL ESTIGMA PARA SANAR
Uno de los grandes desafíos en torno a la obesidad es el estigma que la rodea. Aún hoy, muchos pacientes enfrentan juicios dentro y fuera del consultorio.
“Incluso en el personal de salud persisten prejuicios que dificultan una atención empática”, explica la doctora.
En años recientes, se ha propuesto sustituir el término “obesidad” por expresiones como enfermedad por adiposidad o adiposopatía, con el fin de recalcar su carácter médico y dejar atrás la idea de que se trata de un “fracaso personal”.
“Así como nadie culpa a un paciente con cáncer, tampoco deberíamos culpar a quien vive con obesidad”, señala.
UNA EVALUACIÓN QUE VA MÁS ALLÁ DE LA BÁSCULA
El enfoque de la Dra. Torres va mucho más allá de contar calorías o perder kilos. En cada consulta realiza una evaluación completa que incluye historia clínica, estudios bioquímicos y análisis de composición corporal.
“El objetivo es guiar y educar al paciente para que le dé a su cuerpo lo que necesita: proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y fibra”, detalla.
Su filosofía se centra en la educación y el respeto por el cuerpo. Además del plan alimenticio, integra ejercicio, manejo del estrés y calidad del sueño.
“La obesidad es una enfermedad crónica; no hay una cura definitiva, pero sí herramientas que permiten controlarla: tratamientos farmacológicos, cirugía bariátrica en casos seleccionados y, sobre todo, un cambio de hábitos. Sin eso, siempre habrá recaídas”.
La doctora insiste en que el éxito depende de la motivación del paciente:
“No sirve traer a alguien obligado; tiene que querer cambiar y contar con apoyo familiar. La decisión debe nacer de uno mismo”.
EL TEJIDO GRASO: UN ÓRGANO QUE HABLA
Uno de los mitos más comunes es pensar que la grasa corporal es solo un exceso estético. En realidad, el tejido adiposo es un órgano endocrino que produce sustancias inflamatorias y puede afectar funciones vitales.
“Estas sustancias alteran la presión arterial, la resistencia a la insulina y están relacionadas con depresión, ansiedad y enfermedades cardiovasculares”, explica la Dra. Torres.
Incluso cantidades moderadas de exceso graso pueden generar inflamación crónica silenciosa, afectando al hígado, las arterias y el páncreas. Por eso, la especialista insiste en que la obesidad no es una cuestión de imagen, sino de salud metabólica.
“Necesitamos cambiar la narrativa y entender que comer bien es una forma de cuidar la vida”, añade.
La educación nutricional -dice- debe comenzar desde la infancia. “Cada etapa tiene necesidades distintas: no come igual un niño, un adulto o un adulto mayor. Lo que comemos debe adaptarse a lo que le pedimos al cuerpo”.
COMER BIEN, SIN MIEDO NI CULPA
Comer saludable no significa vivir a dieta, ni renunciar a lo que nos gusta. Para la Dra. Mónica la clave está en la nutrición flexible, un enfoque que enseña a disfrutar de la comida en cualquier contexto, ya sea en casa, en el trabajo o en una reunión social.
“La variedad, la moderación y la conciencia son esenciales. No se trata de decir ‘no’ para siempre, sino de aprender cuándo y cuánto”, subraya.
En su experiencia, los alimentos ultraprocesados son los que más dañan la salud, mientras que los alimentos naturales, frescos y ricos en nutrientes siguen siendo los verdaderos aliados.
“Lo que haces la mayor parte del tiempo es lo que impacta tu salud. Alimentarte bien, hacer ejercicio, dormir bien y acudir a tus chequeos médicos: no hay soluciones mágicas”, recuerda.
CAMBIAR HÁBITOS: UN PROCESO QUE TOMA TIEMPO
¿Por qué cuesta tanto cambiar? La doctora lo explica desde la ciencia: el Modelo Transteórico del Cambio, propuesto por Prochaska y DiClemente, describe cinco etapas por las que pasa una persona al intentar modificar una conducta: precontemplación, contemplación, preparación, acción y mantenimiento.
“Muchas veces la recaída se ve como un fracaso, pero no lo es. Es parte del proceso”, enfatiza. En enfermedades crónicas como la obesidad, aprender a manejar los altibajos es fundamental para lograr cambios duraderos.
El tratamiento efectivo, afirma, debe incluir alimentación saludable, actividad física, apoyo psicológico y médico. “No se trata de curar, sino de manejar la enfermedad con herramientas sostenibles”.
EDUCAR PARA TRANSFORMAR
En los últimos años, México ha dado pasos importantes en salud pública, como el etiquetado frontal en alimentos y bebidas, o la regulación de comida ultraprocesada en escuelas. Sin embargo, la doctora considera que aún falta fortalecer la educación nutricional desde la infancia y garantizar el acceso a alimentos de calidad.
“No es raro que un paciente llegue con hipertensión o glucosa alterada sin saber que la raíz del problema es la obesidad. Si atendemos solo los síntomas y no la causa, perdemos la oportunidad de transformar su salud de fondo.”
Para la Dra. Mónica Torres su labor va más allá de las consultas. Su misión es empoderar a las personas para que aprendan a cuidar su cuerpo desde el conocimiento, sin juicios ni culpas.
“La obesidad no define a una persona. Con el apoyo adecuado, todos podemos alcanzar una vida plena y saludable”, afirma con convicción.
“Todos son bienvenidos: quien solo quiera aprender a comer bien, quien busque prevenir o quien ya no tiene otra opción. Siempre hay algo que mejorar. Nunca es tarde para tener buenos hábitos”, finaliza.
CÓMO CONTACTAR A LA DRA. MÓNICA TORRES
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