Científicos señalan que el entrenamiento de fuerza retrasa el envejecimiento hasta por 8 años

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Washington DC, Estados Unidos.- La constancia en el entrenamiento de fuerza puede influir en la longevidad de las personas, retrasando el envejecimiento hasta 8 años. Con entrenamiento de fuerza nos referimos a cualquier tipo de ejercicio que implique realizar fuerza, valga la redundancia. Puede ser en el gimnasio o incluso en su hogar si cuenta con las herramientas necesarias.

De acuerdo con datos presentados en la revista ‘Biology’científicos examinaron por primera vez, en un modelo representativo a nivel nacional, cómo la constancia en el entrenamiento de fuerza puede influir en la longitud de los telómeros, una variable reconocida como indicador clave del envejecimiento celular.

Los telómeros, que funcionan como tapas protectoras en los extremos de los cromosomas, tienden a acortarse con el paso de los años, lo que incrementa la vulnerabilidad al deterioro, las enfermedades y la mortalidad prematura.

Tras analizar muestras biológicas y datos sobre comportamiento físico de 4 mil 814 hombres y mujeres con edades entre 20 y 69 años, se llegó a la conclusión de que aquellos que practicaban al menos 90 minutos semanales de ejercicios de fuerza presentaron telómeros considerablemente más largos que quienes no entrenaban. Esto sería equivalente a tener, en promedio, casi 4 años menos de envejecimiento biológico.

Pero eso no es todo, ya que, al extrapolar la relación lineal entre minutos de fuerza y longitud de los telómeros, los científicos llegaron a la conclusión de que dedicar 180 minutos semanales al entrenamiento de fuerza podría asociarse con telómeros equivalentes a 7,8 años menos de envejecimiento biológico en comparación con quienes no entrenan la fuerza.

Así, el entrenamiento con pesas y ejercicios de fuerza se posiciona no solo como aliados en el ámbito deportivo, sino como herramientas valiosas para retrasar el envejecimiento celular, de acuerdo con lo evidenciado en el estudio.

Se destaca que, a diferencia del entrenamiento de fuerza, la suma de actividad física moderada o vigorosa no relacionada con fuerza no predijo diferencias en la longitud de telómeros dentro de la muestra analizada.

Albert Matheny, especialista de SoHo Strength Lab, resalta que se observó que dedicar más tiempo al entrenamiento de fuerza se relaciona con telómeros más largos. Además, recomienda a quienes se inician que pueden empezar con ejercicios de peso corporal enfocados en grandes grupos musculares, como sentadillas y zancadas, sin necesidad de equipamiento. (EL HERALDO)