En este espacio ya hemos tratado previamente la importancia del derecho a la ciudad, simplificado como aquel destinado al disfrute de los espacios de la urbanidad por el individuo, para fomentar y garantizar su desarrollo pleno.
Una de las aristas importantes de este derecho, es la movilidad, que implica la capacidad de desplazarse de un lugar a otro en las ciudades, pues esto constituye parte fundamental de su disfrute.
Cuando las urbes, son diseñadas para privilegiar el tránsito vehicular se generan problemas de aislamiento social, de contaminación, y en el peor de los casos de exclusión para quienes no pueden optar por el comprar un automóvil o usar el transporte público para desplazarse.
Ahí es cuando han surgido medios de transporte alternativos, tales como las bicicletas y las motocicletas, los monopatines y otros vehículos no convencionales. Sin dejar a tras la propia peatonalidad, que siempre debería ser privilegiada en las ciudades.
Hoy nos centraremos en reflexionar sobre el motociclismo, lo anterior en razón de la relevancia social que ha tenido el en nuestra entidad y que están tomando los clubes de motociclismo en Coahuila.
Aquí en nuestra capital, fue fundada por Isidro López Zertuche la primera fábrica de motocicletas en Latinoamérica, que comenzó a operar en los 50,s, y que para los 90,s tendría relaciones comerciales con fabricantes japoneses y alemanes.
A nivel nacional, existen eventos icónicos de motociclismo, tales como la semana de la moto en Mazatlán que congrega cerca de 15 mil motociclistas, el “Aca Moto”, en Acapulco que congrega cerca de 10 mil, y la bendición de cascos en Parras, que congrega cerca de 8 mil bikers.
La diferencia entre estos 3 eventos, más allá de la afluencia es que en Coahuila se han registrado menos incidencias. Por ejemplo, en el último “Aca Moto”, lamentablemente dejó 8 muertos, 42 detenidos y 115 motos decomisadas.
O por ejemplo, en torno al motociclismo en el Estado de México existen estadísticas que indican que 70% de los robos y homicidios se cometen a bordo de motocicletas. Lo que ha generado un gran debate en torno a la “ley chaleco”, que en pocas palabras propone la obligación de los motociclistas de llevar en los cascos y en los chalecos el número de placa.
Ante ello, las organizaciones de motociclistas se han manifestado porque consideran que tal disposición criminaliza a los bikers, además de restringir o reprimir sus expresiones o identidad, ya que la mayoría de ellos utilizan equipo personalizado o rotulado con escudos personales o de clubes.
En Puebla, el mes pasado también se presentó un proyecto de “Ley Chaleco”, misma que ha desatado una serie de manifestaciones de los motociclistas, que argumentan se les está criminalizando.
En contraste, aquí en Coahuila, durante casi 20 años ininterrumpidos se ha podido celebrar en paz y con saldo blanco; la bendición de cascos en Parras, más los eventos a finales de año en la capital que congregan cerca de 2000 asistentes, eso se debe a la colaboración entre las asociaciones y confederaciones de motociclismo y el buen gobierno.
Además, nuestro estado al ser de los más avanzados en cuanto a la construcción de su marco jurídico contempla algunos derechos de los motociclistas en la Ley de Transporte y Movilidad Sustentable para el Estado de Coahuila de Zaragoza, tales como gozar condiciones de seguridad y estacionamiento accesible.
Asimismo, en su artículo 294, contempla las facultades del Consejo de Transporte y Movilidad Sustentable, entre las cuales se encuentra emitir recomendaciones a las autoridades para garantizar los derechos de los peatones, ciclistas y motociclistas; lo que en suma contribuye a la tutela del derecho a la ciudad en su vertiente de movilidad.
Lo anterior es muy novedoso, ya que salvo Jalisco y Coahuila, a nivel nacional, las leyes de movilidad se limitan a imponer obligaciones a los motociclistas y no a otorgar derechos para los bikers. Nayarit, Chiapas y Aguascalientes las describen de manera expresa.
Además, en lo operativo el Gobierno Estatal arrancó el programa “Conduce Seguro”, que busca dotar a los motociclistas de herramientas y formación para prevenir accidentes, entre ellos, a los jóvenes que utilizan motos como transporte cotidiano. Asimismo, en Torreón, ya se ha celebrado la semana de seguridad vial, con propósitos similares.
En conclusión, la participación ciudadana de los motociclistas, y la historia que tienen, más el buen gobierno, ha generado escenarios positivos en el estado. Resta continuar con ese trabajo conjunto y terminar de posicionar a Coahuila como la primera potencia Biker en el país, no solo con la tenencia de las motos, y los derechos de los motociclistas, sino con su uso responsable y el fomento de cultura vial a los automovilistas.