En Italia el lunes después del domingo de Resurrección es conocido como el “Lunes del Ángel”, para recordarnos que fue un ángel el encargado de anunciar a las mujeres que habían acudido al sepulcro que Cristo había resucitado: “¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado” (Lucas 24, 5-6). La Jesús, ha marcado la historia de la humanidad, se sepa o no se sepa, se crea o no se crea se quiera o no se quiera, y lo ha hecho de una manera que ninguna otra persona en la historia lo ha hecho y lo hará. Y el motivo clave es que resucitó, para los cristianos, esto es fundamental. Pablo escribió: “Y si Cristo no resucitó, vana es vuestra fe” (1 Cor 15, 17).
El concepto de ‘resurrección’ es muy difícil de entender y más aún de creer no solo hoy, siempre, ya que es evidente que la muerte es algo definitivo, es irreversible y que por más que la ciencia y la medicina avance, la muerte siempre se reirá de nosotros, porque tarde que temprano nos alcanza. Pero volviendo al tema de la Resurrección de Jesús, primero es incuestionable la realidad histórica de Jesús, es decir de su existencia, del lugar y tiempo donde ocurrieron los sucesos de su vida. Se sabe y se admite el tiempo de su muerte y el modo en el que murió.
Sin embargo, ¿Qué podemos decir de su resurrección?: Qué inmediatamente después de este hecho, sus discípulos proclamaron públicamente su Resurrección y en la misma ciudad (Jerusalén) donde lo crucificaron, y se lograron miles de conversiones entre los judíos. Muchos judíos, como Pablo, se convirtieron al creer haber visto a Jesús resucitado. Este anuncio se extendió de forma rápida por todo el imperio romano, en un medio hostil, con la oposición de todas las autoridades. El cristianismo nunca ha encontrado una sociedad o cultura amigable, la historia y los sucesos presentes lo corroboran.
Muchos niegan el hecho de la Resurrección diciendo que se robaron el cadáver, pero la lógica y el análisis de los hechos muestran que esto es improbable, otros dicen que fue una alucinación, pero las alucinaciones son personales no colectivas. Según el psicólogo Gary Collins: «Por su propia naturaleza, sólo una persona a la vez puede sufrir una alucinación determinada”. Y otros simplemente dicen: “Es una invención un mito”. Pero ¿Como inventar algo ocurrido en el mismo tiempo, y en el mismo lugar, en una ciudad que para la fecha rondaba en los treinta mil pobladores, donde los sucesos acaecidos eran imposibles que no se conocieran por sus pobladores?
¿Acaso los judíos piadosos y temerosos de Dios iban a inventar estos sucesos, sabiendo que iban a ser perseguidos, torturados y después irían a la condenación eterna por haber inventado esta historia? Es una locura sufrir martirio y entregar la vida por una invención, por una mentira. Los que dicen que es un mito o leyenda, se les olvida que para que estas surjan, deben pasar generaciones, donde ya no existan testigos directos de los hechos que negarían la invención. Pero lo más difícil de explicar, para los que niegan la Resurrección de Jesús es el hecho de la civilización, no sólo de la religión, que surgió del cadáver de un crucificado. Ninguna civilización ha humanizado tanto a la humanidad como el cristianismo.
De esta manera la Resurrección de Jesús, no sólo ha marcado a la humanidad, marca a todo ser humano que ha venido a esta tierra, antes y después de él, se sepa o no se sepa, se crea o no se crea, se quiera o no se quiera.
¡Feliz Lunes del Ángel!