PREGONERO | Camila y los 10 mil niños asesinados en los últimos 5 años en México

Camila y los 10 mil niños asesinados en los últimos 5 años en México

Una historia atroz sacudió al país entero la semana que termina, el feminicidio de una niña de apenas 8 años de edad en Guerrero, luego de que acudiera a una convivencia en una casa de sus vecinos.

A pesar de que los presuntos involucrados negaron en todo momento que Camila, la niña asesinada, hubiese entrado a su hogar, luego de que pidiera permiso a su mamá de acudir a una alberca con una amiga, las cámaras de seguridad de hogares aledaños terminaron por exhibir una terrible realidad, pues en los videos se ve el momento en el que una mujer, madre de la niña con la que Camila iría a jugar, sube a un taxi un cesto de plástico grande y cómo el taxista, con quien aparentemente habría una relación de confianza, sube con dificultad una bolsa negra en la que iría el cuerpo de la niña, mismo que luego fue localizado en una carretera.

Aunque aún no se ha aclarado el móvil del feminicidio, algunas versiones apuntaban a un secuestro y el cobro de un supuesto rescate. La necropsia reveló que la niña fue estrangulada.

La innación de las autoridades y la lenta burocracia llevaron al hartazgo a los habitantes de Taxco, y es que, la familia de Camila, además de pasar por desgarradores momentos desde la desaparición de la niña hasta encontrarla sin vida, tuvieron que lidiar con un verdadero viacrucis, comenzando con la revictimización a manos de las autoridades de aquel estado, pues el secretario de Seguridad de Guerrero, culpó a la madre de la pequeña por el secuestro y asesinato.

“Hubo responsabilidad maternal y hay una omisión, porque si yo como padre tengo un hijo, debo vigilarlo, orientarlo y guiarlo. La mamá dejó salir a la niña sin las medidas de seguridad”, dijo el desvergonzado funcionario.

Y es que, si bien como padres procuramos en todo momento la seguridad de nuestros hijos, las autoridades no pueden lavarse las manos y terminar culpando a las familias por el asesinato de sus hijos, como si divertirse fuera un delito.

También hubieron de soportar la larga y lenta burocracia para detener a los presuntos responsables, porque las autoridades alegaban falta de pruebas, a pesar de que los videos demostraban que la niña entró en esa casa y no salió, por eso la orden de aprehensión no era liberada.

Para cuando la mentada orden de aprehensión estaba por ser ejecutada, los vecinos enardecidos también estaban ya frente a la casa de los presuntos plagiarios y asesinos.

Cuando policías municipales detuvieron a una mujer y sus hijos, señalados como presuntos responsables del secuestro y asesinato de Camila, la turba encabronada bajó de la patrulla a tirones de cabello a la mujer, para lincharla hasta la muerte, ante la mirada permisiva de los elementos policiacos.

Lo mismo hicieron con los hijos de la mujer, uno de ellos permanece hospitalizado con traumatismo craneoencefálico y otro con diversas contusiones en su cuerpo.

Y aunque la justicia no debe ser tomada en mano propia, la rabia e impotencia que sentían los vecinos por el asesinato de una de los suyos y la lenta respuesta de las autoridades, los llevó a actuar impulsivamente hasta asesinar a la presunta responsable, lo que a la postre dificultará la investigación de los hechos, que estarán en manos de la Fiscalía de Guerrero, donde si estando viva la mujer se tardaron en actuar, imagínese ahora que está muerta.

Este tipo de situaciones llevan a cuestionarse qué se está haciendo en el país para garantizar justicia a los niños y sus familias. Según datos del Gobierno Federal, en lo que va de la actual administración más de 10 mil niños y/o adolescentes fueron asesinados, lo que equivale a la terrorífica cifra de más de 5 niños por día.

¿Podrán darse cuenta los políticos en plena época electoral que más allá de los ofrecimientos de dinero en programas sociales clientelares, en muchos estados de este país urge una reconstrucción del tejido social y una impartición expedita de la justicia?

 

 

 

Autor

José Torres Anguiano
José Torres Anguiano
Reportero Multimedia. Periodista de barrio y contador de historias apasionantes.
Premio Nacional de Comunicación "José Pagés Llergo" 2017.
Premio Estatal de Periodismo 2015, 2016, 2017 y 2018.
Premio de Periodismo Cultural UAdeC 2016, 2018, 2021 y 2023.