17 de enero, Día de la Bendición a los Animales ¿Cuál es el origen de esta tradición?

Ciudad de México.- Cada 17 de enero los templos católicos, se llenan de ladridos y maullidos entre otros sonidos de la naturaleza, pues se celebra el Día Mundial de Bendecir a los Animales como parte de la creencia de proteger a los mejores amigos de los humanos.

Enmarcada por la festividad católica a San Antonio Abad, quien es el patrón de los animales, esta tradición que se originó durante la etapa colonial, por parte de los frailes franciscanos y hoy se le conoce también como el Día Mundial de Bendecir a los Animales, por lo en la actualidad y conforme a la tradición, se acostumbra este día acudir a misa para que los animales reciban la bendición de parte de un sacerdote.

La festividad se remonta al siglo XIV, en concreto a 1333 cuando la Orden Hospitalaria de los antonianos se instaló en Valencia, España. En las afueras de la ciudad solían levantar un hostal y un hospital en el que pudieran descansar los viajeros. Con los años los antonianos abrieron un pozo y plantaron un olivo para hacer más agradable el descanso a los peregrinos, mendigos y también a los labradores de la zona que, con el tiempo, dijeron que el agua era milagrosa, lo que se transmitió de generación en generación. Y, sin saber cuándo fue el inicio, se convirtió en costumbre que el 17 de enero la gente acudiera al santuario con los animales para dar una vuelta al olivo, arrancar una ramita y colocársela al animal como adorno para protegerlo, descansar y regresar a casa.

Por otra parte, según los relatos de San Jerónimo sobre la vida de Pablo el ermitaño se cuenta que San Antonio Abad fue a visitarlo en su edad madura y lo dirigió en la vida religiosa. Ahí, un cuervo que traía diariamente un pan a Pablo recibió al abad trayéndole un pan también a él. Cuando murió Pablo, Antonio lo enterró con la ayuda de dos leones y otros animales. Es por eso que es el patrón de los animales y de los sepultureros.

Se cuenta también que una vez se le acercó una jabalí con sus cachorros que estaban ciegos. Ante esto San Antonio curó a los cachorros de su ceguera y desde entonces la madre no se separó de él y se dedicó a protegerlo de cualquier peligro que se acercara.

En nuestro país también se suele festejar a San Antonio Abad, sobre todo en los pueblitos y comunidades rurales.

En algunos templos se suelen llevar fotografías de las mascotas y de ese modo los sacerdotes las bendicen, porque a veces resulta complicado meter a los animalitos en las iglesias. (EL HERALDO)