PREGONERO | No fueron tantos muertos…

No fueron tantos muertos…

Qué tan ruin se debe ser para desestimar el número de víctimas de una catástrofe natural porque no fueron 100, mil o 10 mil, quizá es esa costumbre de intentar minimizar lo malo que sucede en este sexenio, para que luego no andemos los que de todo opinamos hablando mal de su santidad cuatroteísta.

Un día después de la desgracia provocada por Otis en Acapulco, donde –hasta este domingo por la noche- 48 personas habían perdido la vida y al menos otras 30 se encontraban aún desaparecidas, el presidente de la República, Andrés Manuel López, atinó a decir en the morning show que afortunadamente con la llegada del huracán a la costa de Guerrero “no fueron tantos muertos”.

Luego, encolerizado por los señalamientos de que su gobierno no alertó a tiempo a pobladores y turistas, y las acciones para poner a salvaguarda a miles de habitantes de aquella zona costera tampoco fueron precisos, el mandatario federal se lanzó, otra vez, contra los periodistas, y es que, cada que algo sale mal, es mejor buscar a quien echarle la culpa, ya sean los periodistas, los conservadores, los fifís, la clase media, y un largo etcétera.

Por si no fuera poco, a parte del comentario tan mezquino, vino la prohibición de que asociaciones u otras personas entregaran apoyos a los damnificados en Guerrero. Solamente el Gobierno Federal por medio del Ejército Mexicano y los siervos de la nación, son quienes tienen permitido entregar víveres. Según el presidente, para que no vayan a lucrar otros con la tragedia, menos ahora en temporada pre electoral, así se asegura que los únicos que puedan lucrar sean los guindas.

Y es que no hablo al tanteo, o acaso no se acuerdan de aquel no tan lejano 2017, cuando se presentó el sismo en la capital del país el 19 de septiembre, cuando el entonces aspirante presidencial, Andrés Manuel López Obrador, se aventó el anuncio de que su partido, Morena, ayudaría a la gente con los recursos que le entrega el INE, pero que no los regresaría al órgano electoral, como otros partidos lo hicieron, sino que crearía un fideicomiso para entregar esos supuestos apoyos.

Se creó entonces el fideicomiso “Por los demás” en el banco Afirme, pero tiempo después, se encontraron varias irregularidades, debido a que no se pudo comprobar que los 78.8 millones de pesos que ingresaron al fideicomiso provinieron de las prerrogativas del partido, además de haberse hecho transferencias prohibidas por la ley por medio de aportaciones en efectivo, en una operación carrusel, cuando un grupo de personas en un breve espacio de tiempo hizo varios depósitos que sumaron hasta 12.9 millones de pesos.

Al final, ese dinero que nunca se aclaró si venía o no de las prerrogativas que Andrés había anunciado, o si solo fue una pantalla para la captación ilegal de fondos para una campaña que estaba a punto de empezar. Ya ve que eso de las aportaciones voluntarias al partido recibidas por su hermano se les daba muy bien.

Por cierto, al final los cheques con los apoyos para víctimas del sismo fueron entregados a 56 personas ligadas con el partido, 34 de ellos que ahora son funcionarios públicos.

Es por eso, y por otras cosas más para cuya explicación esta columna sería poco espacio para explicar, que llama la atención la orden del presidente de que sólo su gobierno se encargue de entregar apoyos en Guerrero, y no se permita hacer lo propio a asociaciones de la sociedad civil.

El riesgo de una conducta igual a la del 2017, ahora en 2023 cuando ya anda a tope la efervescencia política, es latente.

Valdría la pena que si entregaremos víveres para los hermanos de Guerrero los marquemos con alguna frase en su empaque original, así al menos dejamos claro que queremos que llegue a quien lo necesita y no a alguna campaña política o se embarque rumbo a Cuba.

Y es que eso de que no se entreguen también ya ha sucedido en este gobierno, nada más basta recordar los víveres que supuestamente serían enviados a Turquía por el Gobierno de la Ciudad de México tras el sismo que sufrieron, y que gracias al trabajo de una periodista y un localizador GPS fueron encontrados a la venta en un mercado.

Autor

José Torres Anguiano
José Torres Anguiano
Reportero Multimedia. Periodista de barrio y contador de historias apasionantes.
Premio Nacional de Comunicación "José Pagés Llergo" 2017.
Premio Estatal de Periodismo 2015, 2016, 2017 y 2018.
Premio de Periodismo Cultural UAdeC 2016, 2018, 2021 y 2023.