EL PRI, UN PARTIDO DE LA CHIQUILLADA

Es un hecho que mientras el campechano Alejandro Moreno esté al frente del Partido Revolucionario Institucional, el otrora poderoso instituto político continuará achicándose. De hecho, ya es parte de la chiquillada, de los partidos morralla.

Un analista nacional vaticinó que en breve el PRI prácticamente desaparecerá de la escena política nacional y se convertirá en un partido local de Coahuila. Posiblemente tenga razón considerando que la reciente salida de cuatro senadores priistas, entre ellos, Miguel Ángel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu, no representa un caso aislado, sino que se suma a otras escisiones ocurridas bajo la dirigencia de Alito Moreno, que alcanzan dimensiones de desbandada. Además, no son cuatro senadores los que ahora abandonan las filas tricolores, sino grupos políticos que ellos encabezan; el Estado de Hidalgo es un claro ejemplo. En el Senado el Revolucionario Institucional es ahora la cuarta fuerza política, detrás de Morena, del PAN y de Movimiento Ciudadano. Y en lugar de mostrar preocupación ante el grave cisma que azota al PRI,  Alito y su gurú, Rubén Moreira Valdez, parecen celebrar esas separaciones.

Con toda la razón, el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, llamó llorones a los separatistas y criticó que no se quejaron cuando fueron impuestos o los favorecieron las reglas del proceso del momento para cargos de elección popular.  El PRI es un gran partido que recuperará su fuerza, expresó el lunes pasado. Coahuila es un caso aislado, que se salva del proceso de secesión que padece el PRI en todo el país; aquí luce fuerte y lo demostró en las elecciones de hace un mes, arrasando en la renovación de la Gubernatura y las diputaciones locales.

Sin embargo, más allá de lo infundado de los argumentos de quienes dejan al tricolor o de los tintes de traición que revisten los hechos, es toda una realidad la desbandada bajo la dirigencia de Alejandro Moreno y Rubén Moreira. Este último estaría atrás de todas las posturas, decisiones y declaraciones de Alito.

De acuerdo con Osorio Chong, Alito “hizo pedazos al Partido, lo destruyó todo, hace trampa, engaña a militantes y expulsa a quienes se oponen; tiene empleados, no militantes”.