CÁPSULAS SARAPERAS

 

En esta ocasión te platico de una construcción bella y emblemática con la cual contamos los Saltillenses, me refiero a la Catedral de nuestra hermosa ciudad de Saltillo.

A pesar de que no es el templo religioso más antiguo con el que contamos en Saltillo, es definitivamente una obra de arte y resultado del esfuerzo de muchísimos años de construcción, ubicada sobre lo que era la calle de Flores, frente a las Casas Reales y a la llamada Plaza de Armas, lugar que por cierto debe su nombre a ser donde los hombres de la Villa de Santiago del Saltillo y del Pueblo de San Esteban de la Nueva Tlaxcala acudían para tomar las armas y defender a sus vidas, familias y propiedades de los nativos bárbaros de la región, cuando estos realizaban las llamadas “indiadas”. Pero volvamos a la historia de nuestra catedral.

La construcción de la entonces parroquia se realizó en los terrenos cuyo primer propietario, allá por el año de 1577, era Don Santos Rojo, quien de hecho fue quien compró la imagen que hoy llamamos del Santo Cristo, la cual colocó en su capilla familiar. Al paso de casi 200 años para ser exactos el 12 de octubre del año de 1745, el cura Felipe Suárez de Estrada inició con la construcción de un nuevo templo que a la postre sería nuestra catedral.

Su construcción tal y como la conocemos hoy en día tardó muchos años en concluirse. Tan sólo para construir el templo y la capilla —sin considerar la torre— tardaron 55 años después de la colocación de la primera piedra. Incluso en la fachada de la catedral de Saltillo se pueden observar varios estilos arquitectónicos como lo son el barroco y neoclásico, debido al tiempo que tardó su construcción, el cual fue tanto que la torre principal se empezó a construir en 1894 y se concluyó el 26 de febrero de 1897, cuando se colocó en la cúspide una cruz cuyo precio fue de 28 mil pesos y tiene una altura de 81 metros.

Un templo que se elevó a catedral en el año de 1891, 23 de junio para ser exactos, una edificación que además de ser hermosa como nuestra ciudad de Saltillo, tiene historias y leyendas, como la del joven que se suicidó lanzándose de la torre principal; las ocasiones en que el hombre mosca escaló la misma torre; y sin olvidar la leyenda de la campana castigada.

Una iglesia, un templo, una catedral, una edificación cuya belleza interior es tanta como la exterior. Un lugar emblemático de Saltillo, cuya primera fotografía fue tomada por el ejército norteamericano, en 1846 con un daguerrotipo, y en la cual se aprecia la edificación sin su torre principal. Una catedral que lleva por nombre Santiago en honor al Santo Patrono de Saltillo, el apóstol Santiago.

Una edificación que cuando se inició a construir, seguramente a cal y canto, México era una colonia española. Una catedral que ha visto pasar la lucha de la independencia, las invasiones norteamericanas y la francesa, dos guerras internas como lo fueron la de la Reforma y nuestra revolución, que ha estado de pie antes los cambios que ha vivido no sólo nuestra hermosa ciudad de Saltillo, sino el mundo entero, cuyas bellezas son dignas de presumirse y que definitivamente es algo muy de Saltillo y que vale la pena presumir.

 

 

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.