Cumplen mujeres un papel trascendental para la humanidad y la Iglesia: obispo Hilario 

El obispo de la Diócesis de Saltillo, Hilario González García, externó su reconocimiento y gratitud hacia las mujeres al asegurar que cumplen un papel trascendental para la humanidad y para la Iglesia.

«En comunión con el Papa Francisco y el magisterio de los Papas recientes, expresamos la importancia de la presencia, la acción y los aportes de las mujeres en la vida diaria, reconociendo que la mujer, en la humanidad y en la Iglesia, cumple una misión que trasciende el horizonte de las funciones o acciones para aportar algo específico y propio, en armonía espiritual con el varón», externó a través de un comunicado.

«No se puede entender una Iglesia sin ustedes, quienes son las que más participan y aportan en las acciones pastorales, celebraciones y en las diversas áreas de la pastoral. Como madres, hermanas, hijas y amigas, contribuyen enormemente a la evangelización y madurez de la fe cristiana», subrayó.

Asimismo, a través de su mensaje con el que se sumó a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, monseñor Hilario consideró que este 8 de marzo simboliza también una manera de honrar a las mujeres que luchan por generar y vivir en una sociedad donde impere la igualdad.

«Este día hace referencia a las mujeres de la historia que han luchado con firmeza y valor por participar en la sociedad en igualdad de oportunidades con los varones. Mujeres que en la historia han pedido ser consideradas protagonistas de la libertad, la igualdad y el debido respeto a su condición», remarcó.

Llamó también a la unidad entre hombres y mujeres desde la fe para complementarse entre sí y dignificar con sus acciones la noción de hijos de Dios, más allá de cualquier distinción.

«Deseo que tanto mujeres como varones de fe, conscientes de la dignidad de la familia de Dios, descubramos aquello que nos lleva a la unidad y a ser complementos para cooperar juntos en el perfeccionamiento de este mundo y en la santificación de la Iglesia. Ambos, mujer y varón, creados a imagen y semejanza de Dios, reflejan el rostro de Dios y han de esforzarse para que se dé la reciprocidad y la comunión que hable de la bendición divina». (OMAR SOTO / EL HERALDO)