Empleo, la palabra clave de 2023 en Coahuila
Para afirmar que en Coahuila la crisis económica provocada por la pandemia es historia, primero debemos examinar la recuperación del empleo.
Durante 2020, la contracción del PIB estatal y la caída en el número de ocupaciones afectó gravemente a la economía local. Los trabajadores, incluyendo aquellos que laboraban en la industria y la prestación de servicios, vieron disminuidos sus ingresos ante el cierre de unidades productivas y la falta de oportunidades laborales acordes con los niveles salariales prepandemia.
Si esta situación se extendiera por varios años, el impacto en la pobreza y la desigualdad alcanzaría niveles insospechados.
Por fortuna, hay buenas noticias para Coahuila. De acuerdo con los registros del IMSS, al cierre de 2022 se generaron 35 mil 694 empleos formales, que sumados a los 32 mil 009 de 2021, permitieron a la entidad superar en más de dos veces las 19 mil 050 ocupaciones pérdidas durante la crisis de 2020.
Esta cifra no debe pasar desapercibida, sobre todo en una economía que, debido a su vocación exportadora, se ubicó entre las más afectadas por el paro económico mundial de aquel año funesto.
Para algunos especialistas, la recuperación del mercado laboral de Coahuila se debió a tres políticas: primero, una acertada estrategia de flexibilización gradual de las medidas sanitarias, y la consiguiente apertura sostenida de las actividades productivas; segundo, persistir en la promoción del estado, lo que permitió que la inversión extranjera y la instalación de nuevas industrias no se detuvieran; y, tercero, mantener altos niveles de seguridad, factor imprescindible para desarrollo de la vida económica y empresarial en la entidad.
Pese a esta primicia, otros analistas, perspicaces en el estudio de las estadísticas, llaman a observar con mayor detalle el comportamiento del empleo.
Según el organismo “México, ¿Cómo Vamos?”, la economía de Coahuila requiere generar algo más de 29 mil nuevas ocupaciones formales cada año a fin de atender, no solo la demanda de empleos de las personas que, debido a su edad, se incorporan a la Población Económicamente Activa, sino también reducir la informalidad laboral y, además, considerar los flujos migratorios.
En este sentido, si en 2020 dejaron de crearse las 29 mil nuevas ocupaciones que demanda el incremento de la base trabajadora, al mismo tiempo que se perdieron un poco más de 19 mil, entonces el déficit de empleo sumaría 48 mil plazas. Es decir, a las que se perdieron habrá que agregar los trabajos que, de acuerdo al organismo citado, la economía estatal no generó.
Por otra parte, para determinar el crecimiento del empleo durante los últimos años, se debe incluir el saldo de 2019, año en el que se perdieron 3 mil 021 fuentes de trabajo, por lo que el rezago consistiría en 32 mil 021 ocupaciones.
De esta manera, entre 2019 y 2020 se estaría formando un déficit de 80 mil 021 empleos. Si entre 2021 y 2022 se crearon 67 mil 703 nuevas fuentes de trabajo, entonces, considerando la meta anual fijada por “México, ¿Cómo Vamos?”, podríamos concluir que, al inicio de 2023, Coahuila enfrenta un rezago de 12 mil 318 ocupaciones.
Durante los últimos dos años, Coahuila muestra un incremento significativo en la generación de empleos formales. Las políticas de reactivación, promoción y seguridad marchan en la dirección correcta. No obstante, se requiere que las autoridades estatales presenten un análisis más detallado del mercado laboral y los efectos de la crisis económica.
Lo aquí descrito es apenas una idea. La cual nos lleva estimar que, en 2023, se deberán crear más de 41 mil nuevas ocupaciones formales. Cifra que permitiría atender el rezago de 12 mil empleos y las 29 mil plazas que demanda el crecimiento anual del mercado laboral.
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