Cumple Hilario González ocho años de ordenación episcopal, saltillenses le refrendan su cariño y afecto

Este domingo, el Obispo de Saltillo Hilario González García celebró con los fieles católicos de esta ciudad sus primeros ocho años de ordenación episcopal, de los cuales, los dos últimos los ha pasado al servicio de la comunidad saltillense, que de nueva cuenta le manifestó su cariño y afecto.

Al término de la misa para niños que encabezó junto con otros sacerdotes de la diócesis en la Catedral de Santiago, el Obispo fue sorprendido con las tradicionales mañanitas, que, acompañados de mariachis, entonaron los asistentes a la celebración, quienes tampoco escatimaron en porras y aplausos para el jerarca católico.

Posteriormente, el Obispo dijo en entrevista sentirse agradecido con los saltillenses por el cariño, la generosidad y el gran apoyo que le han ofrecido desde su llegada.

“Estoy muy agradecido con Dios, por sus bendiciones durante estos ocho años como obispo, dos con ustedes aquí en Saltillo, en que he experimentado esta presencia del Señor ¿Cómo sé que me bendice Dios? Porque están ustedes, su generosidad, su cariño su acogida, son signos de que Dios me quiere mucho y que me está ayudando, y le pido al Señor fortaleza, sabiduría y ánimo para seguir sirviéndoles como Dios quiere que les sirva”, señaló el mitrado.

“Agradezco mucho al Señor e invitamos a todos los católicos y personas de buena voluntad a seguirle sirviendo al Señor, que siempre nos bendice y siempre nos acompaña. Los retos son servir, ayudar, escuchar acompañar y dialogar. Como ustedes saben este año estuvimos en este proceso de sinodalidad, de caminar juntos, de saber qué es lo que nos pide Dios y eso ha sido muy intenso, puede ser desgastante pero como dije, con la bendición de Dios y con su gracia agarramos fuerza y ánimo para seguir adelante”, agregó.

Igualmente, en este aniversario de ordenación episcopal, Hilario González agradeció por la labor de los sacerdotes, religiosos y laicos que con su esfuerzo han permitido continuar con las obras y proyectos que realiza la diócesis en beneficio de la comunidad, especialmente de los más necesitados.

“Es una comunidad que tiene mucho entusiasmo, es muy intensa, veo que sacerdotes, religiosos y laicos quieren servir, quieren encontrar como ayudar a los demás, hay generosidad, hay desprendimiento de tiempo, de recursos e iniciativas, a veces creo que me sobrepasa todo eso, porque son muchas personas, pero de eso hay que darle gracias a Dios, yo prefiero eso mil veces a una comunidad en la que nadie proponga, que nadie trabaje y no estén dispuestos a servir a los demás”, declaró el pastor de la diócesis. (ÁNGEL AGUILAR/ EL HERALDO)