LOS MORENISTAS Y EL DESGASTE

Ni los mismos actores de Morena saben bien a bien qué es lo que procede después de que la dirigencia nacional y el mismo presidente, Andrés Manuel López Obrador avalaron las tres encuestas de donde salió el coordinador de los comités de Defensa de la 4T y virtual candidato a gobernador.

El dirigente estatal de Morena, Diego del Bosque, asentó tajante, este martes que “Guadiana será el candidato; la gente ya decidió y vamos a respetar el resultado”. Previamente, y ante la postura de inconformidad asumida por el candidato perdedor, Ricardo Sóstenes Mejía Berdeja, el líder nacional de dicho partido, Mario Delgado, había puntualizado lo mismo: “El candidato será Guadiana”.

El ahora senador con licencia sigue apostándole al diálogo y la conciliación y haciendo llamados a sentarse a platicar, a sumarse y a la unidad. A cambio recibe denostaciones y acusaciones de “berdejistas”, empezando por su esposa Marlenne Cañas, quien volvió a la carga en redes sociales: “Guadiana tiene un pésimo historial, tiene carpetas de investigación abiertas por desvío de recursos, eso es corrupción, es contra lo que se lucha, es un pésimo perfil, la gente no lo acepta y se sabe es amigo de los anteriores y jamás los tocaría, el saqueo continuaría”.

También la exdiputada federal Miroslava Sánchez rechaza que Armando Guadiana sea el abanderado de Morena a la Gubernatura. Había mejores perfiles, dice y no descarta registrarse ella misma el 13 de enero cuando se convoque al registro de aspirantes.

Aún cuando manifestó estar de acuerdo con los resultados, Mejía Berdeja emprendió una campaña por la entidad anunciando la creación del Movimiento Ciudadano por la Cuarta Transformación sin que se sepa a ciencia cierta sus propósitos, si a preparar su registro al interior de Morena o a unirse a otro partido.

Para la dirigencia nacional, ya hay candidato a gobernador pues esta fórmula de las encuestas y la elección de coordinador y candidato le ha dado resultados para ganar gubernaturas en otras entidades. Mientras tanto, el desgaste entre los morenistas favorece a los demás partidos que contenderán por la gubernatura el próximo cuatro de junio.