CÁPSULAS SARAPERAS

 

Esas referencias Saltillenses 

En esta ocasión te platico de una costumbre que tenemos los Saltillenses, de una “manía”, que muestra lo nostálgicos que somos en esta hermosa ciudad.

De hecho, esto que te platicaré no es algo reciente, pues según lo que he investigado, esta costumbre prevalece desde que la Villa de Santiago del Saltillo cambió de nombre a Ciudad Leona Vicario. Y es que en el año de 1827, seis años después de la independencia de nuestro país, a la Villa de Santiago del Saltillo le cambiaron de nombre, honrando a la Dulcísima Madre de la Patria, doña Leona Vicario, para elevarla a ciudad, pero los habitantes de Ciudad Leona Vicario no accedían llamar a la ciudad de otra manera que no fuera Saltillo, cuando no se llamaba así, hasta 1832 cuando Villalongín y Ciudad Leona Vicario se fusionaron una vez más bajo el nombre de Saltillo.

Pareciera que esa costumbre, esa nostalgia se mantiene aún presente en Saltillo y no por llamarle de esa manera a nuestra hermosa ciudad, sino por el hecho de señalar ubicaciones, lugares, o referencias que ya no existen o bien han cambiado de lugar.

Es común entre los Saltillenses, hacer la referencia que tal persona o tal negocio se encuentra por la Coca Cola, a pesar de que hace algunos años cerró sus puertas la planta de este refresco, que era conocido como el Brandy Arizpe. Y lugares o más bien señas como esa hay varias, basta con mencionar que muy cerca de la Coca, está la estación del ferrocarril, la cual es referencia geográfica para los Saltillenses. Sin embargo, tenemos otras referencias más “emblemáticas”, como lo es el Indio, y es que donde hoy tenemos un distribuidor vial, en un principio urbanístico era una rotonda, cuyo centro estaba coronado por la estatua de un indio, el mismo que se encuentra a un costado de El Español, en la entrada de Saltillo, cuando vienes de Arteaga.

Porque ningún Saltillense podría fallar a una cita en la Volkswagen, a pesar de que ahora en ese mismo lugar se venden carros de otra marca sobre el Blvd. Venustiano Carranza, avenida que por cierto terminaba donde estaba el Reloj de la Ford, un reloj que primero fue de manecillas y después digital, un reloj que sigue siendo referencia Saltillense a pesar de que ya no existe y que su lugar lo ocupa un reloj, el cual debe de tener el récord mundial de menos tiempo instalado, pues transcurrieron menos de 24 horas desde que sus manecillas empezaron a girar cuando fue derrumbado por un camión del transporte público, y me refiero al actual reloj de los rotarios.

Pero también tenemos en Saltillo edificios que a pesar de seguir en pie, ya no son lo eran pero siguen siendo referencia. Basta con mencionar el Cine Palacio para que cualquier Saltillense traslade sus pensamientos al cruce de las calles de Victoria y Acuña, cuyos propietarios vivían a la vuelta, sobre Acuña, y su gerente era el Señor Rentería, oriundo de Nuevo Laredo y compañero de escuela de mi mamá. Este edificio ahora es ocupado por una zapatería.

Por supuesto que no puedo dejar de platicar esta historia que estamos viviendo sin mencionar a “La Lechera”, ese lugar donde embotellaban leche y que desde hace muchos años cerró sus puertas, pero aún así, los Saltillenses la usábamos de referencia. Después, el edificio fue vendido y derrumbado, por lo cual dejo de existir por lo menos físicamente, ya que al mencionar La Lechera, es evidente que todo buen Saltillense sabe que nos referimos al cruce del periférico y Valdés Sánchez.

Las referencias, de las cuales algunas ya no existen, o bien han cambiado de ubicación, son algo muy distintivo de Saltillo y por supuesto de los Saltillenses.

 

 

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.