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EDUARDO J. DE LA PEÑA

Con una buena dosis de optimismo, pero mal timing, el miércoles en Saltillo Claudia Ruiz Massieu, Secretaria General del PRI, llamó a no dejarse llevar por las encuestas, que no son una bola mágica, dijo, «ya ven aquí en Coahuila el año pasado nadie decía que ganaría el PRI y ganamos».

Y fue en mal tiempo la declaración, porque la hizo justo el mismo día en que el PRI difundió profusamente una encuesta que ubica a José Antonio Meade en el disputado y estratégico segundo lugar.

Pero además, si revisa Ruiz Massieu las encuestas del año pasado en Coahuila se dará cuenta que en la mayoría se daba una ventaja en promedio de cuatro puntos al hoy gobernador, al menos en las que se hacían públicas. Tal vez allá en el PRI nacional tenían otras que no difundieron.

Más allá de eso, con todo y su juventud, la secretaria General del PRI es una mujer inteligente y política avezada, tiene lo que antes se definía como colmillo y sabe que ninguna elección es igual a otra, ni una encuesta es igual a otra.

Recordemos además, el año pasado en Coahuila había siete candidatos, el voto opositor se diluyó, ahora hay tres, pues en realidad El Bronco no pinta, y hay un puntero con una muy abierta ventaja, y a cinco semanas de las elecciones un gran sector de la población sigue en la incertidumbre y sin saber cómo hacerle para que ese puntero no llegue, no se definen.

Y si la declaración, y la difusión de la encuesta que hizo el PRI, tienen como propósito generar la percepción, necesaria, para lograr esas definiciones, tampoco es Coahuila la mejor referencia.

Aquí el año pasado se vivió incertidumbre y tensión por cinco meses, pero no había ningún candidato con tendencias a la violencia y la ciudadanía se mantuvo a la expectativa y poco a poco se alejó de las manifestaciones públicas, el escenario en el país es otro, un resultado electoral apretado puede detonar una gran crisis.

Más importante aún, ¿espera realmente el PRI que a nivel nacional le funcione el modelo Coahuila? Parece que sí, hacen las cosas de forma muy similar, repiten lo que les funcionó, pero hasta donde se ve no aprendieron de lo que les falló, que si lo corrigieran hoy tendrían otro escenario.

En Coahuila se han resuelto las elecciones con el control de una estructura, que les ha dado excelentes cuentas, pero que no es suficiente para esta contienda. Lo decíamos la semana anterior, la compra de votos y la movilización, tienen un límite, ya está topado, hoy el que quiera ganar necesita de otros grupos de la sociedad, y para el PRI es harto difícil llegar a ellos, porque como partido y gobierno tienen un gran descrédito, y porque se han alejado de los liderazgos que les pueden ayudar en la soberbia de que teniendo estructura no necesitan a nadie.

La propia Ruiz Massieu tuvo esa experiencia en su visita a la entidad. Seguramente va a ser la coordinadora de la bancada del PRI en el Senado la próxima Legislatura –tiene el lugar asegurado, va de primer lugar en las listas plurinominales–; además ha sido dos veces Secretaria de Estado, de Turismo y de Relaciones Exteriores; lleva la sangre y creció en dos de las familias de mayor tradición política e influencia en el país, su madre es hermana de Carlos Salinas de Gortari.

Pero con todo y su perfil, ideal para llevarla con los grupos empresariales, académicos y otros sectores sociales aún indecisos, le privilegian en la agenda, o al menos en la que se hace pública, los eventos de calle, de barrio, donde las cosas ya están definidas.

Le pasó a Fernando de las Fuentes, hoy candidato a diputado federal cuando perdió la elección para alcalde, le armó a Manlio Fabio Beltrones un gran evento con lideresas, cuando el poderoso político venía con un informe de las reformas estratégicas aprobadas bajo su liderazgo en la Cámara de Diputados. Ni les sirvió a las lideresas, ni a de Las Fuentes, ni mucho menos era el público que Beltrones esperaba.

Y lo mismo le han hecho a otros ex secretarios de estado que han visitado Coahuila en estos días, que vienen como candidatos plurinominales a apuntalar la campaña de Meade.

A Miguel Ángel Osorio Chong, cuarto lugar en la lista de plurinominales al Senado, lo llevaron en Torreón a las colonias. !En Torreón¡, el mejor ejemplo de como se puede llevar una estrategia de seguridad que convierta a una ciudad que llegó a estar considerada entre las más violentas del mundo, en una donde se recuperan estabilidad, vida productiva y social, estrategia en la que Osorio tuvo un rol protagónico que le abriría las puertas con los liderazgos más escépticos de La Laguna. Desaprovechado.

A José Calzada Rovirosa, ex Secretario de Agricultura, lo llevaron a colonias en Saltillo, y según se advirtió en las fotos que difundieron los eventos no habrán salido como esperaban, pues el dirigente del PRI en Saltillo Abraham Tobías no ocultó su falta de entusiasmo.

¿No era mejor juntarlo con quienes se vieron beneficiados por la gestión de Calzada en Sagarpa?, o con ganaderos, manzaneros, nogaleros, todos esos grupos de productores que se vieron afectados por heladas, granizadas, hoy padecen la sequía, no reciben un respaldo real del gobierno, no están tomados en cuenta en las negociaciones del TLC y no conocen las propuestas del PRI o de Meade para su sector.

Calzada no tiene asegurado que llegue al Senado, es el suplente del segundo en la lista de plurinominales, Carlos Aceves del Olmo, quien pese a que cumplirá 78 años en noviembre, bien puede completar su segundo periodo en el Senado, pertenece a un grupo que se ha caracterizado por su longevidad. Sus antecesores son Joaquín Gamboa Pascoe, que murió a los 94 años; Leonardo Rodríguez Alcaine, a los 86, y Fidel Velásquez a los 97.

A Aceves, se sabe, no lo veremos pronto en Coahuila pues está peleado con la dirigencia local cetemista.

Y en esa estrategia de llevar a figuras nacionales para que apuntalen mítines pequeños de colonia, ni para que traer a la número dos en la lista de plurinominales, Vanessa Rubio, la persona más cercana a José Antonio Meade, pero con un perfil totalmente técnico. No se acerca a un barrio o a una lotería ni por error, y si llega igual y es para cancelarla o poner una multa en recuerdo de sus tiempos en Hacienda.

Así las cosas.