Monterrey, NL.- ¿Te has detenido a reflexionar con qué frecuencia sientes preocupación o tensión por una cuestión real o imaginaria? “Tu mente y tu cuerpo no distinguen lo que es real de lo que es imaginario”, explica la psiquiatra española Marian Rojas Estapé en su libro Cómo hacer que te pasen cosas buenas.
Esto significa que, aunque esa situación no esté ocurriendo en tu vida, el sólo hecho de pensarlo genera un impacto en tu cuerpo y se libera una hormona llamada cortisol, indispensable para actuar en situaciones de alerta.
Las preocupaciones o la prolongada sensación de peligro -real o imaginaria- pueden aumentar los niveles de cortisol hasta un 50 por ciento por encima de lo recomendable, dice la psiquiatra Rojas Estapé.
Un ejemplo: si de manera constante sientes miedo de perder a tu pareja, tu trabajo, un amigo o algo que sea importante para ti, lo estás activando.
“El cerebro, por lo tanto, altera profundamente nuestro equilibrio interior”, indica Rojas Estapé, quien tiene años investigando la unión de mente y cuerpo para entender el origen de las enfermedades.
“Cuando pensamos en cosas que nos preocupan, esos pensamientos tienen un impacto similar a la situación real.
Cada vez que imaginamos algo que nos agobia se activa en el organismo el mismo sistema de alerta y se libera el cortisol necesario para hacer frente a esa amenaza”.
El cortisol es conocido como la hormona del estrés, pero eso no significa que sea dañino por naturaleza: de hecho, es imprescindible para vivir. El problema es su exceso de forma crónica.
Te explicaremos qué significa esto.
- ¿QUÉ ES EL CORTISOL?
Es una hormona producida por las glándulas suprarrenales, ubicadas arriba de los riñones. Sus funciones abarcan la regulación del metabolismo, presión arterial, funcionamiento del sistema inmunológico y del sueño.
El presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, David Saucedo, señala que en el sistema nervioso el cortisol regula el estado de ánimo y la cognición, y se eleva en respuesta al estrés para que el cuerpo pueda reaccionar inmediatamente ante un estímulo adverso.
“El cortisol juega un papel fundamental en el equilibrio de la salud física y mental, ya que la sobreproducción puede provocar aumento de peso, hipertensión, cambios metabólicos, incluyendo diabetes”, indica el psiquiatra Saucedo.
“Así como una mayor probabilidad de infecciones al tener un sistema inmunológico más debilitado; ansiedad, depresión y problemas en la memoria. Por otro lado, la disminución de la misma puede producir debilidad, fatiga, mareos y baja presión arterial”.
El cortisol puede ser detectado en diferentes en análisis de sangre, orina y saliva. Sin embargo, eso debe ser determinado por el médico según el diagnóstico que se sospeche.
La hora de la prueba es importante, ya que por las mañanas suele estar más elevada y por las noches disminuye.
- ESTRÉS
Para la endocrinóloga de TecSalud, Paola Portillo, más que centrarse en la elevación o disminución de una hormona es fundamental hacer una autoevaluación del impacto que tiene el estrés en tu vida.
Cuando una persona vive con estrés constante, añade, hay un impacto en su estado emocional, puede cambiar sus hábitos alimenticios, aumenta la ansiedad, tiene dificultades para dormir, disminuye su interés por hacer ejercicio y baja su rendimiento en todas sus actividades. “Hay que concientizar el impacto del estrés… ¿Qué sucede cuando hay estrés? ¿Cómo cambia mi estilo de vida? Verlo como una parte más integral”, señala la endocrinóloga de TecSalud.
“Porque el estrés lo vemos como si fuera algo transitorio, ‘un momento en el que me siento preocupado’, pero tiene una extensión tremenda”.
El ejercicio físico, la meditación y practicar respiraciones profundas son técnicas cada vez más comprobadas que ayudan con el manejo del estrés.
III. SU RELACIÓN CON ENFERMEDADES
La psiquiatra Rojas Estapé sostiene que el estrés es uno de los factores predominantes que articula la respuesta inflamatoria del organismo. Esto afecta el correcto funcionamiento de los sistemas endocrino, inmunológico y neuronal.
Entonces, una persona puede presentar síntomas a nivel físico, psicológico y conductual.
“Las personas que viven constantemente estresadas, en alerta o con miedo, sufren un mayor deterioro de sus células y un envejecimiento precoz.
Hoy sabemos que muchas enfermedades se activan y comienzan tras periodos de estrés crónicos donde las personas conviven con esas sensaciones”, explica.
“El nivel de cortisol sube en circunstancias de miedo, de amenaza, de tristeza o de frustración.
Si estamos intoxicados por cortisol, esta hormona está inundando la sangre en lugar de la serotonina o la dopamina, hormonas que tienen un impacto positivo y de bienestar en el cuerpo y la mente”.
- ¿CÓMO GENERAR SEROTONINA?
La serotonina es un neurotransmisor cuya producción proviene en buena medida de la alimentación, la salud de la microbiota intestinal y de hábitos saludables.
Un buen nivel de esta hormona te ayuda a tener un estado integral de bienestar, lo que se traduce en menos estrés.
– La serotonina aumenta con la ingesta de productos altos en triptófano, un aminoácido esencial. Lo tienen las legumbres, frutas, verduras, frutos secos, semillas, salmón, huevo, queso, leche, entre otros alimentos.
– Nutrientes que favorecen la absorción del triptófano: vitamina B6 (pollo, papas, plátanos), magnesio (almendras, espinacas) y vitamina D (exposición al sol y pescado).
– Haz ejercicio continuamente.
– Ten una exposición moderada al sol.
– Duerme horas suficientes y de calidad.
(AGENCIA REFORMA)
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