LA LUNA COMO INSPIRACIÓN

En la historia de la humanidad y en la vida cotidiana está presente de alguna u otra forma la Luna, ese satélite o astro que orbita alrededor de la tierra. La Luna es indispensable para estabilizar el clima, crea las mareas en nuestros océanos, es visible desde la tierra, refleja como un espejo la luz que recibe del sol, a la luna se le debe que la Tierra sea habitable, también ayuda a moderar el movimiento de oscilación del planeta que habitamos sobre su eje lo equilibra.

Todas las noches al mirar el espacio infinito distinguimos a lo lejos una gran esfera gris-blanquecina, con un indeterminado número de cráteres (algunas personas perciben en ellos formas de animales como la figura de un conejo), brillante, que ilumina con su luz, se dice que es un cuarto del tamaño de la Tierra. La Luna está en constante movimiento: crece, mengua y se esfuma, reaparece días después, atrapa el tiempo en sus cuatro fases: luna nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante que se repiten mensualmente.

Los ciclos de la Luna tienen un periodo de 28 días, exactamente como la menstruación en las mujeres, por esta razón, entre otras, desde la antigüedad se le adoraba y se realizaban cultos a la fertilidad. En todas las expresiones culturales se le relaciona con lo femenino. También se le ha otorgado un carácter esotérico, se acostumbraba o se acostumbra a realizar aquelarres e invocaciones en las noches de luna llena, además se le otorga un poder de cambio de las bestias antropomorfas, seguro ha escuchado del hombre lobo y sus aullidos en las noches de Luna llena. Refugio para las parcas, brujas, demonios para hacer el mal.

Para los griegos la Luna era la diosa Selene, hija de los titanes Hiperión y Tea y hermana de Helios el sol. Dice la historia griega que por las noches Selene volaba por el cielo en su carro, arrastraba al astro detrás de ella, al respecto señala la Enciclopedia de Historia Natural: “su corona brillaba con una luz suave en la oscuridad de la noche, un par de caballos de color blanco plateado o a veces un par de bueyes arrastraban el carro lunar de Selene a través del cielo nocturno”

Las creencias populares son innumerables en el mundo, sobre todo si se refieren a la Luna llena, se le atribuyen alteraciones en la conducta, cambios de humor, conductas tanto violentas como pasivas, en fin. Se cree que puede provocar en las personas comportamientos extraños, dañinos como: el suicidio, ataques de violencia, sonambulismo entre otras. También se le relaciona con animales como: el sapo, lobo, zorro, liebre y conejo. Se afirma en algunas culturas que, si un niño nace durante un eclipse Lunar él y toda su familia, están destinados a sufrir un gran número de eventos negativos en sus vidas.

Algunas personas tienen la creencia de que la Luna tiene poder para purificar y restablecer, sobre todo durante la Luna llena se  recomienda hacer rituales para atraer la suerte, la luz de la Luna es buena para purificar cristales como los cuarzos; escribir una lista de afirmaciones positivas y en tiempo presente, realizar meditaciones, sahumar la casa para limpiarla de las malas energías, vestir de color azul o blanco, realizar un baño energético, crear agua de luna llena, encender todo tipo de inciensos, prender velas de diferentes colores según la petición. A nivel espiritual la Luna representa un nuevo periodo de vida, una nueva etapa de crecimiento, desarrollo, experiencias y conocimiento, en fin, la luna según las creencias es propicia para manifestar cosas satánicas, pero también para cosas buenas como pedir plenitud, abundancia, buena suerte.

La Luna en cualquiera de sus fases es un misterio, ha representado durante la historia de la humanidad una abundante producción de relatos populares, supersticiones empapadas de euforia y excesos o al contrario de plenitud y logro. Se le otorga un gran poder, no cabe la menor duda que es una verdadera musa para un gran número de artistas, su presencia es permanente (aunque a veces no la percibamos). Es una verdadera inspiración para seguir explorando sobre su existencia, soñar en grande, idealizar el romance, la ambición o la reflexión. El poeta chiapaneco Jaime Sabines no escapó a sus encantos: “La luna se puede tomar a cucharadas o como una cápsula cada dos horas. Es buena como hipnótico y sedante y también alivia. . .”  Por ello, lo invito querido lector a disfrutar de este bello astro observándolo todas las noches para divagar en su esplendor.

 

 

Autor

Susana Cepeda Islas
Susana Cepeda Islas
Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. Obtuvo el Grado de Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la UAM-Xochimilco y el Doctorado en Planeación y Liderazgo Educativo en la Universidad Autónoma del Noreste. Cuenta con la Especialidad en Formación de Educadores de Adultos por la UPN; y con los siguientes diplomados: en Calidad Total en el Servicio Público, Análisis Politológico, y en Administración Municipal en la UNAM, entre otros.
Ha desempeñado diferentes cargos públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal e impartido cursos de capacitación para funcionarios públicos, maestros, ejidatarios en el área de Administración Pública y Educación. Catedrática en la UNAM, UA de C, UVM, La Salle y en la UAAAN. Asesora y sinodal en exámenes profesionales en el nivel licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado varios artículos en el área de administración pública y educación en diferentes revistas especializadas, ha asistido a diferentes Congresos a nivel nacional e internacional como ponente en el área de Administración Pública y Educación, coautora en dos libros. Autora del libro Islas de Tierra firme.
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Susana Cepeda Islas
Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. Obtuvo el Grado de Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la UAM-Xochimilco y el Doctorado en Planeación y Liderazgo Educativo en la Universidad Autónoma del Noreste. Cuenta con la Especialidad en Formación de Educadores de Adultos por la UPN; y con los siguientes diplomados: en Calidad Total en el Servicio Público, Análisis Politológico, y en Administración Municipal en la UNAM, entre otros. Ha desempeñado diferentes cargos públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal e impartido cursos de capacitación para funcionarios públicos, maestros, ejidatarios en el área de Administración Pública y Educación. Catedrática en la UNAM, UA de C, UVM, La Salle y en la UAAAN. Asesora y sinodal en exámenes profesionales en el nivel licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado varios artículos en el área de administración pública y educación en diferentes revistas especializadas, ha asistido a diferentes Congresos a nivel nacional e internacional como ponente en el área de Administración Pública y Educación, coautora en dos libros. Autora del libro Islas de Tierra firme.