PREGONERO | Se me va una semana del salón…

Se me va una semana del salón…

¡Ay mis amigos, qué creen que pasó!… la maestra de la escuela por un chamaco fue apuñalada ante la mirada atónita de todos sus compañeros.

No, no pasó en alguna escuela de Estados Unidos, fue en Ramos Arizpe, Coahuila.

Durante la clase de Español para un grupo de tercero de secundaria, la profe Paty –presuntamente- regañó a Asaid. Éste pidió ir a la dirección, y como la maestra pensó que era para quejarse, se ofreció a acompañarlo para dirimir el problema.

La docente caminó delante de Asaid hacia la puerta, pero antes de llegar, el adolescente sacó una navaja de su bolsillo y le asestó una puñalada por la espalda, a la altura de su brazo izquierdo. No conforme, la continúo apuñalando en varias ocasiones hasta tirarla al piso frente a sus compañeros, para posteriormente salir huyendo del salón y la escuela.

En cuestión de minutos la noticia ya corría por redes sociales, de hecho, algún listillo pensó que sería buena idea alimentar el morbo de los ávidos navegantes de las redes, difundiendo el video del circuito cerrado de la escuela en donde se aprecia con lujo de detalle el momento en el que el chamaco apuñala a la maestra.

Asaid fue detenido y puesto a disposición de la Procuraduría de los Niños, las Niñas y las Familias (Pronnif), mientras que la maestra fue llevada a un hospital en donde –afortunadamente- se informó que la libró, pues las heridas no ponían en riesgo su vida.

Pero el asunto no termina allí, ahora Asaid, a sus apenas 14 años, es acusado de feminicidio en grado de tentativa. Un juez determinó el viernes que lleve su proceso en resguardo domiciliario y reciba tratamiento psicológico.

Empero, ¿qué tan normal es que un adolescente actúe de esa forma?

De acuerdo con compañeros de Asaid, la maestra Paty traía de bajada al chamaco, que, porque era de Veracruz, que, porque traía zapatos viejos, o que porque era pobre.

Además, el jarocho adolescente había platicado a sus amigos que tenía también problemas con sus padres, que había intentado quitarse la vida en varias ocasiones y que incluso planeaba escaparse de su hogar.

De confirmarse todo lo anterior, el adolescente acumulaba en su mente toda una serie de sucesos, que terminaron por explotar ante el último regaño de la profe, con un impulso que había planeado, por eso cargaba una navaja en su bolsa, al sentirse tan atacado.

Y no, nada justifica el intentar quitarle la vida a una persona, pero si el adolescente cometió el atroz acto, es porque nadie, en su círculo cercano, se cercioró de lo que pasaba con él y lo atendió a tiempo.

En una entrevista con El Heraldo, la directora de la Facultad de Psicología de la UA de C, Berenice de la Peña Aguilar, consideró que la agresión derivó de un cúmulo de emociones negativas que el adolescente no pudo canalizar en su momento para evitar que esta situación pasara.

Hay mucho trabajo por hacer al interior de las escuelas, algo en lo que seguramente Francisco Saracho y su equipo ya estarán trabajando, para evitar que esto se repita. Y es que no solo se trata de la implementación del mentado operativo mochila, que sobra decirlo debería ser obligatorio, pero siempre saltan los papás que creen que sus bendiciones no llevarían armas o drogas a las escuelas.

También es urgente que se implemente con obligatoriedad a todos los alumnos de Educación Básica, la atención psicológica para abonar en su salud mental.

A los padres nos toca promover la comunicación con los hijos, para a tiempo detectar cuando algo sucede.

Y a los maestros les toca un poquito más de empatía y tolerancia con sus alumnos, sin olvidar que todos alguna vez pasamos por la difícil adolescencia, y si por alguna razón su vocación docente se ha esfumado, quizá va siendo hora de platearse el dedicarse a otra cosa.

 

Autor

José Torres Anguiano
José Torres Anguiano
Reportero Multimedia. Periodista de barrio y contador de historias apasionantes.
Premio Nacional de Comunicación "José Pagés Llergo" 2017.
Premio Estatal de Periodismo 2015, 2016, 2017 y 2018.
Premio de Periodismo Cultural UAdeC 2016, 2018, 2021 y 2023.