SOBRE HOMBRES, AMISTAD Y UN MONTÓN DE TEMAS MÁS
A punto de ingresar en la nutrida cartelera de Netflix, este filme del catalán Cesc Gay, propone un giro evidente del realizador en un cine más comercial pero igual de efectivo, con una hermosa historia que indaga en la amistad masculina, los mecanismos que usan los hombres para exponer o reprimir sus emociones y, en lo medular, en cómo se puede entender la masculinidad en los tiempos azarosos que corren.
El director catalán Cesc Gay se hizo todo un nombre en el cine con filmes como ‘Una pistola en cada mano’ (2012), ahora vuelve a la carga con un filme hablado únicamente en español, a diferencia de otras incursione suyas como ‘Ficción’ (2006) y ‘V.O. S’ (2009), en donde se mezclaba el catalán y el español. Independiente de ese detalle no menor, mantiene su estilo intimista y centrado en personajes que uno podría encontrar a la vuelta de la esquina, al filo de la emoción sin aspavientos.
En el filme que ingresa a la cartelera de Netflix, ‘Truman’, Cesc Gay demuestra nuevamente que puede hacer un cine cercano a los gustos de los espectadores, aunque con ello sacrifica en cierto modo su sello de autor, lo que en todo caso no implica rebaja de su talento, pero sí una estrategia válida para ampliar su llegada a otras latitudes y sensibilidades.
Lo que avala de lleno este filme es el dúo protagónico integrado por dos grandes del cine: Ricardo Darín y Javier Cámara, ganadores de la Concha de Plata ex aequo a la Mejor Interpretación Masculina y que constituyen la esencia de esta historia en apariencias muy simple y emotiva, en la que de igual modo el realizador introduce temas que son parte esencial de sus motivaciones como cineasta personal.
El filme se inicia con Tomás, matemático que dicta clases en Canadá, que decide viajar a Madrid para visitar a Julián, un amigo argentino al que no ha visto desde hace mucho tiempo y que desde su juventud se encuentra trabajando como actor en esa ciudad. La razón del viaje es clara: Julián está padeciendo un cáncer terminal. Por ello aparece el pretexto para reunirse en lo que, acaso, sea también la despedida y junto a Truman, el perro fiel de Julián, ambos hombres compartirán cuatro días en que harán balance de emociones, sacarán a relucir recuerdos, hablarán del pasado, de lo que pudo ser y no fue, pero, sobre todo, ambos deberán animarse para el último adiós.
Es lógico suponer que con este material el director Cesc Gay tiene asegurada la adhesión del público, considerando el tema, la exquisita interpretación y la fluidez de la narración. Punto a favor: nunca cae en las exageraciones, no apela al morbo ni menos a los desbordes melodramáticos que le permiten llevar a cabo una estupenda historia que tiene sus pilares en la amistad masculina y la forma en que se apaga una vida.
Esto quiere decir que en la película ‘Truman’ la emoción fluye de manera directa, sin trampas, lo que paradojalmente constituye su gran limitante: a ratos parece como un filme sin sorpresas ni riesgos y da la sensación de que el director sigue una receta segura en comparación con su obra anterior, donde predominaba la audacia narrativa y los quiebres.
EL DISCRETO ENCANTO DE TRUMAN
A pesar de lo anterior, Truman es un filme querible y necesario. Sabe crear atmósferas, privilegia el silencio justo y evita los desbordes apelando a la enorme capacidad histriónica de dos rostros más que reconocidos por los espectadores, el argentino Ricardo Darín que viene de vuelta con una impresionante cantidad de títulos a su haber y Julián Cámara, uno de los más camaleónicos intérpretes del cine español y figura frecuente en las mejores cintas de Pedro Almodóvar. Son ellos, en efecto, lo mejor que tiene esta película, se complementan y equiparan de una manera impecable, generando la química más que necesaria para que los espectadores se sientan parte de su intimidad y disfruten de sus estilos y pequeños detalles que engrandecen a sus personajes.
Pero no podemos obviar a un personaje clave: Truman, el perro fiel que se articula como un elemento con profunda carga simbólica, es la amistad, sobre todo la fidelidad y el sentido de la camaradería silenciosa que ha permitido a Julián sobrellevar su dolor. Con estos elementos, estamos sin duda alguna ante una de las películas españolas esenciales de este año, que se beneficia con la facilidad en que desarrolla su historia, tan amable como predecible, tan hermosa como triste.
Conviene resaltar que, en el plano actoral, aun sabiendo que el intérprete de “El hijo de la novia” y “Nueve reinas” es sobresaliente, es Javier Cámara quien se lleva la parte más compleja con su personaje del amigo que debe estar supeditado a los deseos, necesidades y caprichos del actor que está viviendo sus últimos momentos y, en gran medida, es un protagonista privilegiado -como nosotros- que se enfrenta a su amigo, respetando sus silencios y sus exabruptos.
En el balance, “Truman” es una comedia agridulce, que saca el mayor provecho de un tema habitual -el adiós ante la inminente presencia de la muerte- y que se favorece con dos actores en el mejor instante de sus carreras cinematográficas, con un guion que no se arriesga más allá de lo predecible, pero que tiene el buen gusto de nunca ceder al facilismo o al desborde de un material que está siempre en el límite del melodrama. Es, en todo caso, un gran filme que apela a ese delicado tema de la amistad masculina y la fragilidad de las relaciones humanas ante el inminencia de la inevitable muerte.
FICHA TÉCNICA: TRUMAN.
Año 2015. Duración: 108 min. País: España. Dirección: Cesc Gay. Guion: Cesc Gay, Tomàs Aragay. Música: Nico Cota, Toti Soler. Fotografía: Andreu Rebés. Reparto: Javier Cámara, Ricardo Darín, Dolores Fonzi, Àlex Brendemühl, Javier Gutiérrez, Eduard Fernández, Elvira Mínguez, Silvia Abascal, Nathalie Poza, José Luis Gómez, Pedro Casablanc, Francesc Orella, Oriol Pla. Productora: Coproducción España-Argentina; Imposible Films, Trumanfilm, BD Cine, Canal+ España, Televisión de Galicia (TVG), Televisión de Galicia (TVG), Telefé.
Disponible en la plataforma de Netflix a partir del 01 de octubre.
Autor
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Periodista, Escritor
Doctor en Proyectos, línea de investigación en Comunicación
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