DE BUENA FUENTE

¡Arre, Mango!

Efraín Asís, era el dueño de las primeras y famosas “pulgas”, ubicadas a un costado de la carretera 30 y los rieles de ciudad Frontera, allá por los años noventa.

Quiso el tiempo que en el lugar construyeran un puente vehicular, y el negocio de la venta de segunda se vino abajo.

Años después, Efraín fue contratado como gerente del canal 4 en Monclova, y llegó con grandes expectativas y buenas ideas para el área de ventas y de mercadotecnia.

Pero transcurría el tiempo y el señor Asís entraba y salía de la oficina del director general, Rolando González, sin lograr concretar y poner en marcha sus estrategias de negocios.

Pasaron como dos meses, y un día apareció Efraín, con rostro compungido, en la oficina de noticias.

Amable como siempre, el empresario fronterense se despidió de un servidor, pues dijo acababa de renunciar a la gerencia del canal televisivo.

Tras lamentar su decisión, no me quise quedar con la duda y le pregunté la razón de tan intempestiva decisión.

El atildado interlocutor primero se alisó el saco, se atusó el bigotillo, miró a los lados, se aseguró que estuviéramos solos, y con voz aguda respondió;

-Mira, te lo voy a decir así, me compran el caballo, visten la montura, me suben al penco, pero no me dan la rienda.

Ambos nos vimos a los ojos por unos segundos, soltamos la carcajada, el ambiente se distendió, y le desee la mejor de las suertes.

Algo parecido, pero guardadas las debidas proporciones, le ocurre al alcalde de Torreón, Alberto Román Cepeda.

Y es que el empresario lagunero, obtuvo la candidatura del PRI a la alcaldía, ganó la elección, ya ocupa el despacho principal, pero le quieren quitar las riendas del ayuntamiento.

Grupúsculos locales al interior del PRI, personajes políticos y hasta lideres seccionales, le disputan posiciones y liderazgos para sí mismos y familiares, y no le dejan gobernar, ni tomar decisiones.

¿Y ni modo que se baje del caballo?

***

Aviso oportuno

En las oficinas centrales del Registro Civil en Saltillo, solo funciona uno de los seis cajeros existentes para tramitar las actas de matrimonio, defunción, y nacimiento.

 

 

Autor

Ulises Salas
Columnista
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