Ciudad de México.- La pandemia de COVID-19 genera estragos económicos, además de la crisis de salud. En semanas recientes seguro escuchaste que en el país se alcanzó la inflación más alta de los últimos 20 años (de 7.37%), y que el Banco de México (Banxico) discutía aumentar o no las tasas de interés.
Y quizá te surgió la duda: ¿por qué aumentó tanto la inflación este año? ¿Cómo se mide ese aumento? ¿El problema en México es más grave que en otros países? ¿En qué ayuda bajar o subir las tasas?
Para entender todas esas inquietudes, Animal Político entrevistó a un par de especialistas y revisamos distintos indicadores. Aquí la explicación:
¿Qué es la inflación?
Vas al mercado y notas que de principio del año a la fecha ya subió el pollo, la carne de res y algunas verduras como el jitomate y el tomate verde. También lo que pagas de luz y por el gas.
De ese modo, estás padeciendo la temida inflación, que repercute en tu poder adquisitivo, en cuánto puedes comprar con lo que ganas.
En la definición del Banco de México, la inflación es “el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en un país”.
Felipe Meza, profesor de economía del ITAM, simplifica más la definición y explica que cuando usamos el adjetivo generalizado se refiere a que el aumento de precios se da en un amplio conjunto de bienes.
Mientras que sostenido se refiere a que el incremento en precios está ocurriendo continuamente a través del tiempo.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Banco de México (Banxico) son las dos instituciones, autónomas e independientes entre sí, implicadas en la medición de la inflación y su impacto en el país.
¿Cómo se mide la inflación?
A través de una lista de 299 bienes y servicios llamada Índice Nacional de Precios al Consumidor y los resultados de la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares (Engasto), el Inegi mide en qué están gastando más las personas.
“El Inegi le pregunta a los hogares: de todo tu gasto, qué parte le destinaste a la compra de jitomate, chile, cebolla y todos los productos de la larga lista de bienes y servicios… Entonces el precio del kilo de jitomate estará multiplicado por esa ponderación y esa será su contribución al incremento en el nivel general de precios”, explica Felipe Meza.
Es por ello que de manera quincenal el Inegi publica datos de la inflación para cada dos semanas analizadas y para el mes en curso.
En sus informes, el Instituto desglosa la inflación de cuatro maneras: inflación anual, inflación acumulada, inflación subyacente y la no subyacente.
Los reportes recientes apuntan a que México cerrará el año con al menos un 7% de inflación, ese porcentaje se refiere a la inflación anual; es decir, la comparación de la inflación entre el mes de un año comparado con el mismo dato del año anterior.
La inflación acumulada es el incremento de la inflación desde enero del año analizado hasta el mes más reciente.
La inflación subyacente se enfoca en los bienes cuyo precio está delimitado por el mercado; es decir, la oferta y la demanda de dicho servicio. Se consideran alimentos y bebidas, mercancías, servicios, vivienda y pago de colegiaturas.
La no subyacente depende de factores externos como el clima o regulaciones del gobierno; es decir que la generación y precio del bien está sujeto a ello. Aquí se incluyen frutas y verduras, y los energéticos, lo que se paga de gas y luz.
En sus informes, el Inegi indica cuáles son los principales bienes y servicios de la lista de 299 cuyo valor aumentó más, y los que disminuyeron.
¿Por qué un producto o bien sube de precio?
La oferta y la demanda de un producto o servicio influye en su precio en el mercado.
Durante la pandemia por COVID-19, cuando la movilidad aérea se ha visto reducida, es evidente que los precios de los boletos de avión han aumentado. Eso se debe a que menos gente demanda ese servicio y, para disminuir el impacto, las aerolíneas incrementan los precios. Es por ello, que, por ejemplo, en el reporte más reciente del Inegi, el transporte aéreo es uno de los productos con precios a la alza. Para noviembre cerró con un 9.67% más.
Por otro lado, el precio del gas doméstico LP se mantuvo la mayor parte del año como uno de los productos con mayor inflación (incremento anual de 23.97%), de acuerdo con datos del Inegi, y eso se debió a que la producción del mismo disminuyó; es decir, aunque mucha gente demandaba tenerlo, no existía suficiente gas para abastecer la demanda, había poca oferta, y por ello sus precios aumentaron, a nivel global.
En ese juego de oferta y demanda intervienen muchos factores, como que haya obstáculos adicionales en el traslado de los productos, que haya fallas en las fábricas, o que en el interior de cada país haya carencias de regulación o apoyos a ciertos sectores.
También, en el caso de la electricidad, incluso repercuten los factores climáticos, de qué tanta energía se pueda producir con tecnología eólica, solar o hidroeléctrica, o que terminen los periodos en que se aplica una tarifa preferencial, ante altas temperaturas.
¿Cómo actúa Banxico ante la inflación?
Banxico se encarga de monitorear la inflación en el país y tiene como misión que se mantenga anualmente en 3%.
El banco central de México se da un margen de error de un punto porcentual +/-, esto quiere decir que establece que la inflación puede registrarse entre el 2% y 4% sin la necesidad de calificarse como negativa, según explicaron expertos.
Desde marzo de este año, durante nueve meses, la inflación se ha ubicado por encima del objetivo.
Cuando Banxico identifica que la inflación está subiendo, sus integrantes comienzan a discutir medidas, como un aumento a las tasas de interés interbancarias a corto plazo.
“Si el Banco de México sube la tasa de interés interbancaria esto va a generar un incremento en las tasas de interés que los bancos se cobran entre sí, y que los bancos le cobran a quienes le piden prestado”, comenta Meza, economista del ITAM.
“Entonces, si yo soy un consumidor con una tarjeta de crédito, voy a observar un incremento en la tasa de interés que me cobra el banco privado”.
De ese modo, continúa el especialista, al ser más caro, la demanda por crédito se reduce. También el gasto de los hogares y de inversión por parte de los empresarios. Y con ello se espera que también se reduzca la inflación.
Aunque estos aumentos de tasa buscan una mejora, siempre hay un riesgo. Especialistas consultados refieren que aplicar esa medida puede terminar fomentando un estancamiento de la economía, si la gente compra menos.
Y las medidas que tome el Banco de México, por sí solas, no pueden resolver todo el problema.
¿Por qué aumentó tanto la inflación en el último año, en todo el mundo?
En varios países, incluido México, los retrasos en las cadenas de suministro han sido uno de los factores del aumento de los precios de algunos bienes.
Lo que sucedió desde inicios de la pandemia por COVID-19 fue que muchas de las empresas manufactureras, que se encargan de generar las piezas para ciertos bienes como los chips de computadoras, por ejemplo, dejaron de trabajar por los cierres sanitarios y porque muchos de los trabajadores fallecieron.
Por otro lado, durante el confinamiento las personas comenzaron a comprar suministros para su casa y trabajo que antes no tenían tanta demanda, como computadoras portátiles o ciertos aparatos electrónicos que requerían esos chips.
Cuando las empresas por fin pudieron generar esas piezas, las vías de distribución de las mismas, que también se habían reducido por los cierres a las actividades, no pudieron adaptarse rápidamente y por ello surgió ese retraso en la entrega, como lo explica el diario estadounidense The New York Times.
¿El alza en México es similar a la de otros países, o más grave?
Durante su conferencia matutina del 6 de diciembre, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador dijo que “es importante informar que el fenómeno de inflación es mundial porque a veces se ve el árbol y no el bosque”.
“La inflación en Europa no se registraba en esa dimensión, casi 5% en los últimos 30 años y la inflación en Estados Unidos está muy en el nivel en cómo la estamos padeciendo en México, alrededor del 7%”, dijo el mandatario.
Sus cifras son inexactas, ya que la tasa en Europa es de 4.1% marcando la inflación histórica de los últimos 25 años; mientras que la inflación en Estados Unidos es de 6.2%, la peor en los últimos 30 años.
Aunque es cierto que el alza de la inflación es un fenómeno que se padece a nivel global.
Esta nota de BBC, publicada a mediados de noviembre, dio cuenta de cómo la inflación había aumentado un 52% en Argentina, 11.1% en Brasil y 6.2% en México en octubre, respecto al mismo mes del año anterior.
“Sí, tiene razón (el presidente), la mayoría de los países están experimentando inflaciones por encima de los objetivos o rangos de variabilidad de sus bancos centrales, pero no todas las economías lo están afrontando” de la misma manera, señala Adriana García, especialista en economía de la organización México, ¿cómo vamos?
Países como Estados Unidos, continúa Adriana García, han implementado programas fiscales agresivos y transferencias monetarias para apoyar a la población.
En México no se han anunciado medidas de ese tipo, y ya ha aumentado la pobreza laboral, que muestra el porcentaje de la población a la que no le alcanza el ingreso para comprar la canasta alimentaria.
En el primer trimestre de 2020, dicho indicador de pobreza laboral llegó a estar en 35.6%. Para el tercer trimestre de 2021, el dato más reciente publicado por Coneval, se ubicó en 40.7%.
Jesús Carrillo, director de Economía Sostenible en el IMCO, apuntó que la inflación tiene un impacto diferenciado, afectando en mayor medida a los más pobres. “Las personas de menos ingresos gastan una proporción mayor de sus ingresos en alimentos y energéticos”.
¿Y esta alza de la inflación, será transitoria? Especialistas como Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México, han señalado que el pico de la inflación podría observarse hasta el primer trimestre de 2022, para después comenzar el camino hacia una normalización, algo que se lograría hasta finales de ese año.
La encuesta a especialistas realizada por el Banco de México señala que la expectativa de inflación para el 2022 es de 4%, lo cual siempre estará supeditado al comportamiento de la pandemia y de la economía en el país. (ANIMAL POLÍTICO)
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