La guerra del agua
Ciudad Lerdo fue durante muchos años conocido como la Ciudad Jardín o el Vergel Lagunero. Aunque formamos parte de una misma zona conurbada, siempre registró al menos dos grados de temperatura menos que lo que marcaban los termómetros en Gómez Palacio y en Torreón.
Por una buena parte de su territorio corre el río Nazas, de hecho, casi en sus lindes con Gómez Palacio es que se encuentra la represa de San Fernando, donde el agua del ‘Padre Nazas’ deja de correr en su cauce natural, para distribuirse a través de la red de canales que durante años han abastecido de ‘agua rodada’ al campo lagunero de Coahuila y de Durango.
Su Parque Nacional Raymundo, a la entrada a la zona urbana lerdense, era un verdadero bosque con sabinos milenarios, cualquier cantidad de árboles y fauna que habitaban en ese pequeño gran ecosistema que se mantenía con la suficiente humedad durante todo el año debido a las avenidas anuales del río.
A finales de los 80’s del siglo pasado, se inició la construcción en los terrenos de Ciudad Juárez, Durango –perteneciente al municipio de Lerdo-, una planta termoeléctrica para la Comisión Federal de Electricidad, misma que entró en funcionamiento el 18 de junio de 1991 para la Unidad 1 y el 5 de agosto del mismo año para la Unidad 2.
Por caprichos gubernamentales, la planta ‘Guadalupe Victoria’ quedó asentada sobre la burbuja de agua más pura del grupo de acuíferos que están bajo el suelo de la Comarca Lagunera, y para el inicio de su operación se utilizaron ocho pozos para extracción, con un consumo promedio de 170 Litros por Segundo del agua más limpia de La Laguna, para la generación de energía eléctrica para abastecer de fluido eléctrico al vecino estado de Chihuahua, a través del Sistema Interconectado Internacional.
Después de haber provocado –y prácticamente secado- el mini ecosistema en rededor del Parque Raymundo, con daños irreversibles por la muerte de decenas de sabinos y otros árboles de cientos de años de edad, a principios de 2005, durante la segunda administración de Rosario Castro como alcaldesa lerdense, se establecieron negociaciones con la Comisión Federal de Electricidad y la Comisión Nacional del Agua, para establecer un convenio mediante el cual, el municipio le suministraría agua tratada a la CFE para la generación de la energía, y ésta liberaría los pozos de agua blanca para ser interconectados a la red municipal de agua potable.
José Manuel Ramírez Robles, un viejo lobo de mar que había sido delegado de Conagua en la región, era el entonces director del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Lerdo (Sapal), y fue el encargado de llevar las negociaciones por el municipio, mismas que habrían llegado a buen puerto.
Sin embargo, algo ocurrió que la CFE dejó de consumirle el agua a la tratadora de aguas residuales del municipio, y retomó la explotación de los pozos de agua blanca para la generación de la energía ni siquiera es para el consumo de los laguneros, sino que es enviada a Chihuahua, y esa acción ha generado una serie de problemas que se han venido como fichas de dominó.
Lo más grave es que han dejado sin agua desde hace un buen tiempo a los habitantes del área, Villa Juárez y comunidades aledañas, que se cansan de pedir ayuda, pero hasta ahora no han encontrado el eco deseado para ponerle solución a esta situación.
Hace un par de días mientras ingresaba al estacionamiento de una farmacia, lo hacía también una camioneta de la que descendió, viajando como ‘Juan Pueblo’, como debe ser, el alcalde Homero Martínez Cabrera, y mientras nos surtían las respectivas recetas –su mujer se había quedado en la camioneta porque las nenas estaban enfermas-, me contó que esa situación ha generado además un serio problema a la red de drenaje del municipio.
El volumen de aguas negras tratadas en la planta municipal, y que ha dejado de consumir la CFE han sobresaturado no sólo la capacidad de almacenaje de la tratadora, sino que han saturado la red de drenaje de la ciudad y desencadenado problemas hasta en las tomas domiciliarias.
Este es un grave y serio problema que además por los tiempos que estamos viviendo, y donde una de las bases para superar la contingencia sanitaria es la higiene, todo esto puede generar un enorme foco de infección, amén de que a una buena parte de la población de Villa Juárez y los alrededores los tienen desde hace semanas, si no es que meses, sin agua potable para consumo humano, que también se puede convertir en un problema de salud. Aguas.
@JulianParraIba
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