INDICADOR POLÍTICO  

Derecho-UNAM, jugada priísta de rector Graue para su reelección

La designación del rector de la UNAM para los próximos cuatro años ha comenzado a perfilarse en la designación del próximo director de la Facultad de Derecho, la más influyente al interior de la estructura unamita. El rector actual Enrique Graue está tejiendo su reelección para cuatro años más con un acuerdo político priista para Derecho.

El actual director de la Facultad de Derecho es Raúl Contreras Bustamante, quien saltó de la representación del gobierno veracruzano de Javier Duarte de Ochoa al cargo universitario como producto de un acuerdo priísta operado por el rector José Narro Robles en 2016 con el entonces líder senatorial Emilio Gambia Patrón, uno de los principales aliados de Duarte en la estructura de poder del presidente Enrique Peña Nieto. En el 2016 las nominaciones en derecho y en rectoría, Contreras y Graue, se dieron en el mismo juego de piezas priistas.

Ahora, sin embargo, se ha metido en la UNAM el partido Morena (PM), tanto en Derecho como en la rectoría. El director Contreras abrió las aulas de derecho para promover la figura de Alejandro Rojas Díaz Duran, un ex priísta que está compitiendo por la presidencia del PM contra la dirigente actual Yeidckol Polevnsky; y Contreras también metió a su espacio político universitario al jefe capitalino de gobierno Miguel Angel Mancera.

En la anterior campaña presidencial, Contreras llevó a la Facultad de Derecho de la UNAM al candidato priísta José Antonio Meade Kuribreña y a la hora de las presentaciones afirmo que todos los maestros de la Facultad eran priístas, lo que generó descontento porqué muchos de los profesores ni siquiera participaban en partido alguno. Pero lo que buscó Contreras fue llevar agua priísta a su molino universitario.

Los priístas en altos cargos universitarios –Graue y Contreras, entre oros– están dando el salto de la muerte al PM y sus aliados son el investigador John Ackerman y su esposa Eréndira Sandoval Ballesteros, el primero asentado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y la segura secretaria de la Función Pública del gabinete lopezobradorista. El área jurídica de la UNAM ha venido declinando su participación en los gobiernos federales, en tanto que egresados de derecho del ITAM han ido ocupando esos espacios.

En la competencia por la dirección de la Facultad de Derecho se juegan, antes que otra cosa, intereses extrauniversitarios. Al llegar hace cuatro años al cargo, Contreras Bastamente rompió los escalafones tradicionales basados en equilibrios entre las corrientes internas y en méritos académicos, cesó a casi a la mitad del personal académico y colocó incondicionales provenientes de escuelas ajenas a la UNAM. Y su peor decisión fue desparecer a los profesores eméritos, pilar académico de la carrera.

Hasta ahora, los indicios señalan que el rector Graue está apoyando la reelección de Conteras Bustamante como parte de una avanzada de su propia reelección. Los cuatro años de Contreras en la dirección de Derecho carecieron de una tarea universitaria y dieron espacios internos a grupos priístas y ahora morenistas.

La Facultad de Derecho fue clave en la construcción de una doctrina jurídica del Estado posrevolucionario, aunque hubo de pasar por etapas de violencia porril controlada desde la rectoría. Hoy es un botín político en manos de partidos.

La designación del próximo director de derecho y del propio rector será hecha por la Junta de Gobierno, un grupo de notables con influencia dominante del rector en turno. Y sus decisiones de directores de escuelas y facultades se hacen a espaldas de la comunidad universitaria, de la comunidad de las escuelas y facultades en cada caso de director y en función de los intereses políticos de control universitario del rector en turno.

Por lo pronto, el director Contreras Bustamante está moviendo a grupos de choque estudiantiles para generar inestabilidad interna y crear condiciones de reelección. Se trata de sucesos que afectan la vida de la facultad, pero cuya paternidad es de sobra conocida entre la comunidad.

 

Interjet. Empresa propiedad de Miguel Alemán y que recién compró Televisa Radio, Interjet atraviesa por una crisis en sus slots. Hace poco un vuelo a Houston fue regresado del aire porque demasiado tarde se percataron que los pilotos habían rebasado sus horas permitidas de vuelo; si en los EE. UU. se percataban de ese detalle, la empresa sería multada. A los viajeros Interjet les dijo que “estaba cerrada migración de Houston”. Ahora una piloto pidió tirar una bomba en el zócalo en el desfile para desparecer morenistas. Los retrasos y suspensiones de vuelos tienen que ver con abusos en las horas de vuelos de pilotos, exponiendo a los viajantes a posibles accidentes.

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Agencias