“Chalecos amarillos” vuelven a causar disturbios en Francia

(Xinhua/Chen Yichen)

París.- Los disturbios y los enfrentamientos con la Policía marcaron el octavo sábado consecutivo de protestas de los ‘chalecos amarillos’ en Francia con manifestaciones que, lejos de ser multitudinarias, degeneraron en violencia en París y en otras ciudades.

En espera de cifras definitivas, fuentes policiales estimaron que hasta las 15:00 horas locales los ‘chalecos amarillos’ habían reunido a 25 mil manifestantes en toda Francia. La Prefectura de Policía indicó que fueron 3 mil 500 en la capital.

El sitio web del periódico Excélsior publicó que es un número relativamente pequeño, sobre todo si se la compara con los 282 mil que -siempre de acuerdo con las fuerzas del orden- salieron a las calles el 17 de noviembre, en el momento álgido de la protesta.

Pero también duplica los 12 mil del 29 de diciembre hasta las 15.00 horas (habían sido sólo 800 en París), lo que significa que se ha puesto fin al descenso de la movilización registrado en las últimas semanas.

En París, las diferentes convocatorias comenzaron sin incidentes, pero las cosas se torcieron a media tarde cuando los manifestantes desfilaban entre el Ayuntamiento y la Asamblea Nacional.

A la altura del Museo de Orsay, varias decenas trataron de salirse del recorrido y cruzar el río Sena por la pasarela Léopold Sédar Senghor, pero las fuerzas del orden se lo impidieron con gases lacrimógenos y con cargas.

A partir de entonces, grupos de violentos multiplicaron los ataques a los agentes con todo tipo de proyectiles, quemaron contenedores, motos y algunos vehículos (incluso prendieron fuego a un barco-restaurante amarrado junto a las Tullerías) y extendieron las algaradas hacia el bulevar de Saint Germain donde formaron barricadas.

Al anochecer, los tumultos se extendieron también al barrio de los Campos Elíseos, donde pese a la presencia de los antidisturbios, ardieron contenedores y vehículos en algunas calles adyacentes.

La prefectura de Policía indicó poco después de las 18.30 locales que hasta ese momento 20 personas habían sido detenidas por su implicación en los disturbios.

Durante las protestas, el portavoz del Gobierno francés, Benjamin Griveaux, tuvo que ser evacuado esta tarde por el ataque de un grupo de ‘chalecos amarillos’ al edificio donde se encuentra su despacho, del que también fueron retirados sus colaboradores.

Los atacantes -entre una decena y una quincena- forzaron la puerta con un vehículo de obras que se encontraba en las proximidades y accedieron al patio, donde dañaron dos vehículos, una verja y rompieron varios cristales.

Griveaux, en una breve comparecencia ante la prensa, contó que se encontraba trabajando en su despacho -que se encuentra en el Ministerio de Relaciones con el Parlamento, en la calle de Grenelle- y que fue un responsable de la seguridad el que le avisó de que había que salir, lo que hizo con sus colaboradores por una puerta trasera.

«No se me ha atacado a mí, sino a la República» y «a la democracia», subrayó el portavoz, que consideró lo sucedido «inaceptable e inadmisible», y manifestó su esperanza de que los autores puedan ser identificados gracias a las cámaras de vigilancia para ser detenidos y «castigados».

Aunque de menor gravedad, hubo igualmente incidentes en ciudades como Toulouse (con barricadas en el barrio de Cames), Nantes, Rennes, Montpellier o Beauvais.

GOBIERNO SIN ESTRATEGIA

El aumento de los altercados con respecto a las últimas semanas contrastó con la decisión del Gobierno de reducir el dispositivo de seguridad, ya que se desplegaron mil agentes en París y 4 mil en toda Francia. Lejos de los 89 mil que se movilizaron el primer sábado de diciembre.

El ministro del Interior, Christophe Castaner, organizó una reunión de crisis con los responsables de seguridad, en comunicación por videoconferencia con las prefecturas del país y en un mensaje en su cuenta de Twitter hizo un llamamiento a la «responsabilidad» y al respeto de la ley.

El Gobierno había lanzado el viernes un mensaje de mano dura contra los que persisten en participar en las acciones organizadas, a los que definió como «agitadores» cuyo objetivo es «la insurrección» y derrocar al presidente, Emmanuel Macron.

Además de las manifestaciones en las ciudades, los ‘chalecos amarillos’ volvieron a repetir acciones de bloqueo en múltiples puntos de la red viaria.

Según la página de internet del Centro Nacional de Información Vial (Bison Futé), hubo perturbaciones, por ejemplo, en el peaje de Castets en la autopista A63 al norte de Bayona; también cera de la frontera española en la N20 en Foix, en la A64 entre Pau y Tarbes y entre Tarbes y Saint Gaudens; en la A9 en Béziers y un poco más al norte en Montpellier.

A diferencia de lo que ocurrió en las primeras jornadas de protesta, en las que algunos dirigentes de la oposición -sobre todo de la extrema derecha y de la izquierda radical- acudieron a las manifestaciones, en esta ocasión brillaron por su ausencia. (CON INFORMCIÓN DE EXCÉLSIOR Y EFE)

 

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Agencias