LA REALIDAD SUPERA LA FICCIÓN

Frecuentemente en varios círculos sociales escuchamos que “la realidad supera la ficción”, esta frase cobra cada día mayor fuerza, recordemos las novelas de Julio Verne y sus viajes submarinos, o los relatos en la novela de Frankenstein de Mary Shelley. Los seres humanos somos seres pensantes, hemos creado un sinnúmero de cosas que nos benefician, pero también que nos dañan. Una de ellas es la Inteligencia Artificial (IA), se dice que no es una herramienta para realizar cualquier tipo de actividad, ejecuta la actividad sin la presencia de los seres humanos. Está sustituyendo a los empleados; en algunos comercios ya no hay cajeros, pones la bolsa de tus compras y sin necesidad de sacar la mercancía un aparato te da el total de tu compra; las personas pueden consultar su estado de ánimo o que hacer cuando se enfrentan a algún problema; para la persona que desee escribir un libro, la IA lo realiza con facilidad.

La IA está dentro del campo de la informática, desarrolla sistemas que pueden realizar un sinnúmero de tareas, son máquinas creadas para razonar, aprender y actuar como lo realizaría la inteligencia humana, abarca todas las disciplinas, por mencionar algunas, la ingeniería de hardware y software, la lingüística, educación, psicología, la neurociencia, la medicina, entre otras. En 1956 John McCarthy creó el término de Inteligencia Artificial, desarrolló el primer lenguaje de programación de IA, lo que dio pie a numerosas investigaciones.

Aquí viene lo interesante del tema, los beneficios de utilizar la IA son varios, por mencionar algunos: automatiza flujos de trabajo, procesos sin la presencia de los humanos. Elimina errores manuales en: procesamiento de datos, estadísticas, ensamble de fabricación, y otras tareas en diferentes áreas. Tiene la capacidad de eliminar tareas repetitivas. Realiza las actividades con gran precisión y rapidez. No tiene limitación para realizar el trabajo, no descansa, no falta, no se enferma. Analiza una gran cantidad de datos y puede realizar investigaciones en todas las disciplinas en un corto tiempo. Reconocimiento de voz, de imágenes, traducción entre otros. Mark Zuckerberg opina que: “La inteligencia artificial puede hacer este tipo de tareas mejor que cualquier humano promedio”.

Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, ya se están sufriendo las consecuencias de la utilización de la IA en la sociedad: Desempleo al substituir a personas en las empresas. La vulneración de los derechos humanos. La complicada tarea de actualizar los datos en el sistema. La falta de personal para implementar la IA. El precio de la IA es prohibitivo, no es accesible para todos. Si falla algo en el sistema podría ser catastrófico. Ausencia de empatía y Ética. El uso también puede ser con fines negativos. La falta de atención personalizada y una gran dependencia tecnológica. Lo más grave es que no existe una legislación jurídica que norme las actividades de la IA. Al respecto Bill Gates comentó “En una década, la inteligencia artificial hará innecesarios a los humanos para la mayoría de las cosas” y yo creo que en todas.

Están latentes todas las consecuencias que traerá la IA a la humanidad en un futuro no lejano, me pregunto ¿Qué pasaría si fallan los algoritmos o los modelos matemáticos? ¿Es superior la IA a la inteligencia de los humanos? ¿Dependeremos tanto de la IA que dejaremos de pensar? ¿Sustituiremos a Dios con la tecnología? No tengo aún la respuesta, sin embargo, se percibe en el ambiente publico opiniones que apuntan, por un lado, a que solo son máquinas, sin embargo, otras señalan que la IA tiene conciencia que sufre y ama. Lo que ya es una realidad es que su aplicación puede ser de gran beneficio para la humanidad, por ejemplo, en campo de la medicina en trasplantes de órganos fabricados por la IA, que los cuerpos no rechazan, o en contraparte, que sea utilizada por la delincuencia y dañar gravemente a las personas.

Se observan muy variados avances de la IA, los cambios en el mundo serán drásticos y llevaran consigo conflictos éticos, amenazan los derechos humanos, se superarán las desigualdades existentes, dañará a los grupos marginados, y los humanos nos tendremos que adaptar a estos cambios y buscar la manera de sobrevivir ante este avance tecnológico. ¿Verdad que la realidad supera la ficción?

 

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Susana Cepeda Islas
Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. Obtuvo el Grado de Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la UAM-Xochimilco y el Doctorado en Planeación y Liderazgo Educativo en la Universidad Autónoma del Noreste. Cuenta con la Especialidad en Formación de Educadores de Adultos por la UPN; y con los siguientes diplomados: en Calidad Total en el Servicio Público, Análisis Politológico, y en Administración Municipal en la UNAM, entre otros. Ha desempeñado diferentes cargos públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal e impartido cursos de capacitación para funcionarios públicos, maestros, ejidatarios en el área de Administración Pública y Educación. Catedrática en la UNAM, UA de C, UVM, La Salle y en la UAAAN. Asesora y sinodal en exámenes profesionales en el nivel licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado varios artículos en el área de administración pública y educación en diferentes revistas especializadas, ha asistido a diferentes Congresos a nivel nacional e internacional como ponente en el área de Administración Pública y Educación, coautora en dos libros. Autora del libro Islas de Tierra firme.