Vulnera EUA dignidad de personas migrantes por políticas de Trump: obispo Hilario 

Iglesias están bajo la mira del gobierno de Estados Unidos para detener a extranjeros, denuncian obispos de Frontera Texas-México 

Al participar en la reunión entre obispos de la Frontera Texas-México, realizada del 26 al 28 de febrero de este 2025 dentro de la Arquidiócesis de San Antonio, Texas, para generar rutas de apoyo para personas migrantes y refugiados en Estados Unidos, el obispo de la Diócesis de Saltillo, Hilario González García, expresó que hay una preocupación colectiva entre religiosos sobre el atentado contra la dignidad que representan las políticas migratorias aplicadas en el vecino país por orden del presidente Donald Trump.

“Hay un elemento moral porque no se respeta la dignidad de las personas, se les niega o se les puede negar el refugio, el acompañamiento y hay un atentado ahí contra la dignidad y la vida de las personas, sin importar su condición”, mencionó monseñor Hilario.

“Básicamente los elementos de crisis son el casi cierre de la frontera a la petición de asilo, la eliminación de las entrevistas para solicitar la estancia legal, la suspensión de ayuda al desarrollo a través de USAID, estos programas que daban fondos para atender a los migrantes, también hay un factor de presión a México, Centroamérica para que detengan a los solicitantes de asilo, para que acepten a los retornados y esta militarización de la frontera, tanto de parte de Estados Unidos como de México”, abundó.

Lamentó que, desde el discurso político de Trump, se ha alimentado la noción de que las personas migrantes en su totalidad son delincuentes e incluso manifestó que, a decir de los obispos de la Frontera, las iglesias en territorio estadounidense están bajo la mira del gobierno de Estados Unidos para detener a extranjeros con estancia irregular que reciben algún tipo de apoyo en sus sedes.

“Desde el punto de vista pastoral queremos tener una voz a favor de ellos, en el sentido de que migrantes y personas de buena voluntad que están llegando, tienen el derecho de rehacer su vida, sobre todo si proceden de lugares peligrosos o que han sido puestos en peligro y, cómo católicos, cristianos o todas las iglesias, tenemos cierto deber moral y espiritual de ofrecer este auxilio”, externó.

“No se está tratando de promover ilegalidad o criminalidad, al contrario, hay que respetar la dignidad de cada una de las personas (…). Es urgente una respuesta pastoral binacional y regional, la pastoral de los migrantes ya no puede ser asumida de una manera aislada sino que tiene que ser abordada por todas las comunidades, en el sentido de una coordinación, de una cooperación, de ayuda mutua, que es algo que involucra no solamente el paso de los migrantes sino a las comunidades que los acogen o los acompañan”. (OMAR SOTO)