CÁPSULAS SARAPERAS

El buey de Nicolás

En esta ocasión te platico una historia, que me encontré en nuestro archivo municipal, la cual es algo rara, pudiéramos pensar que hasta simpática.

En esta historia, que sucedió en nuestra hermosa ciudad de Saltillo en el mes de febrero del ya lejano año de 1726, están involucrados dos Saltillenses, tres testigos, el alcalde de la Villa de Santiago del Saltillo y un buey, aclarando que el buey no es el mismo que el alcalde.

En la villa vivía Nicolás Alvarado, quien se dedicaba a la ganadería. Cierto día se dio cuenta de dos cosas: primero, que le faltaba un buey; y segundo, que a otro vecino de la villa, quien se llamaba Gregorio de Paz, le sobraba carne en la mesa de su casa. Por supuesto que la imaginación y deducción de Nicolás fue que su buey estaba siendo comido por Gregorio y su familia.

Ante tal sospecha, Nicolás se apersonó con tres testigos, cuyos nombres omito por seguridad y por velar de la integridad de estos. Bueno, la verdad no creo que vivan todavía, por lo que me permitiré dar sus nombres de pila Francisco Luis, Ventura y Miguel. Los cuatro llegaron ante el alcalde de la Villa de Santiago del Saltillo, quien era el capitán Francisco Galván, para poner su demanda.

El afectado aseguraba que el buey manso había sido robado por Gregorio, quien, en su casa, más bien en su mesa, de manera sospechosa y sorprendente había carne “lo más del tiempo”.

Por más que busqué y rebusqué en nuestro archivo municipal, no pude encontrar la sentencia que dio el alcalde de la villa, pero la verdad no es por ser mala leche, pero pareciera que efectivamente Gregorio se apropió del buey de Nicolás. Sólo podemos desear que la justicia se haya hecho como se decía en aquellos años: “Quiere Dios Nuestro Señor y a la Señal de la Santa Cruz.

Esta es la historia de tres testigos, de un alcalde, de un ganadero, de un supuesto ladrón de un buey y de un alcalde que sucedió aquí en nuestra hermosa ciudad de Saltillo cuando aún no era ciudad.

¡Paren la prensa! Pues acabo de encontrar un dato interesantísimo, pues Gregorio de la Paz no fue detenido por el supuesto robo del buey, ya que el día 18 del mes de junio de ese mismo año, 1726, el mismo Gregorio de la Paz fue designado procurador general. Así que además de todos los involucrados hay que incluir a un procurador.

 

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.