Centro Cultural y de Bellas Artes Santa Anita: la granja y cuartel en Saltillo que se convirtió en semillero de artistas 

Situado en el Fraccionamiento con el que comparte su nombre, desde hace más de cuatro décadas este espacio funciona como un semillero de talentos en disciplinas como danza, canto, piano y pintura, al recibir a chicos y grandes para su formación

El 15 de noviembre de 1976, el entonces presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez y el gobernador de Coahuila, Oscar Flores Tapia, inauguraron el Centro Cultural y de Bellas Artes «Santa Anita» en una casona ubicada en el Fraccionamiento Santa Anita que fue propiedad de don Vicente Ferrara Ferriño y su esposa, Aurelia Verduzo de Ferrara. Casi 48 años después, sigue de pie como su vocación de formar, desde pequeños, a verdaderos artistas en disciplinas como danza contemporánea, folclórica y aérea, gimnasia, iniciación musical, canto, violín, guitarra, piano y pintura.

«Es un lugar muy tranquilo, muy lleno de paz, donde se trabaja muy agusto y sobre todo los niños y padres de familia acuden con la seguridad de que el niño va a estar bien, de que no hay interrupción de ruidos, de nada, es un hermoso lugar para trabajar, y prueba de ello es que ya vamos a cumplir 48 años al servicio de niños, jóvenes y adultos», compartió con El Heraldo de Saltillo, Norma Lidia Malacara Valdez.

«Fue fundado con el objetivo de que los niños de los alrededores tuvieran acceso a la cultura, y seguimos con ese propósito de acercar a niño, joven y adulto a las bellas artes. Los niños ya traen estas habilidades, nosotros nada más nos encargamos de ayudarlos a descubrirlas, es un gusto aquí ayudarles a descubrir sus dones, sus habilidades y poderlos desarrollar», agregó.

UNA MIRADA  AL PASADO 

La propiedad se sitúa en la calle Jesús Nuncio y Membrillo, sin número exterior, Fraccionamiento Santa Anita, y data del año 1900. Por su vocación original se le conoció como granja «Santa Anita», nombrada así en honor a Ana María Olga Ferrara, una de las hijas de su propietario. Se distinguió entonces por la elaboración de vino y por contar con una gran cantidad de árboles frutales, mayormente de peras y ciruelos.

Ya en el año de 1926, el inmueble pasó a ser propiedad del señor Tomás Berlanga y durante la Revolución Mexicana fue cuartel de las tropas de don Venustiano Carranza. Décadas después, al convertirse en el Centro Cultural «Santa Anita» cosecharía artistas en lugar de frutos y las armas se cambiaron por pinceles e instrumentos musicales.

«Aquí vivió el señor Ferrara Ferriño y su esposa, era como una huerta de varias frutas. Eran muy buenas personas. Entonces es un lugar muy bello que, hasta la fecha, tratamos de mantenerlo para que el niño, el joven, el adulto, trabajen a gusto», señaló la entrevistada.

DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN 

La titular de este espacio considera que es gratificante atestiguar que algunas personas que durante su infancia, juventud o adultez acudieron como alumnos a este recinto, traen a sus hijos o nietos a algunos de los talleres que ofertan. Desde su perspectiva opina que con esto, de cierta forma, un ciclo de la vida se cierra y al mismo tiempo otro surge.

«Eso es hermoso porque justo en el 45 aniversario reunimos comentarios y anécdotas de los padres de familia y abuelitos. Es una satisfacción enorme el simple hecho de escucharlos, de que aquí llegan y dicen ‘es que yo aquí empecé a dibujar y ahora traigo a mis hijos, y ahora traigo a mis nietos'», externó.

«Somos cuna de grandes artistas como Eric Valdés Marines, gran pianista; Cofradúo también se formó aquí al igual que los Javieres, que así le decimos así a Javier Esparza y Javier Esquivel, quienes son grandes artistas. Maestras como Luz Ángelica y su hermana Alejandra Ruiz Vielma, que aquí tomaron el ballet y ahora son maestras de ballet», remarcó.

¿CÓMO INTEGRARSE? 

Malacara Valdez explicó que, de acuerdo a los talleres que se imparten, se da la bienvenida a niños desde los dos años y no hay una edad límite para integrarse a los mismos, al tiempo que detalló que la inscripción para formar parte de este Centro Cultural, que opera gracias al Gobierno de Coahuila a través de la  Secretaría de Cultura, es de 400 pesos y mensualidades de 350. Para obtener más información al respecto, se puede visitar la página de Facebook «Centro Cultural y de Bellas Artes Santa Anita»  o llamar al teléfono 844 414 4103, de lunes a viernes, de 2:00 a 7:30 de la tarde.

«Manejamos los talleres o cursos por ciclo escolar, llegas en agosto. Nos manejamos igual que en la escuela, cuando los niños inician clases, aquí iniciamos inscripciones, a partir del 20 de agosto y, una semana después, iniciamos clases. Los talleres son por la tarde y entre semana, entre 4:00 y 7:00 de la tarde, todo lo manejamos dentro de la instalación, no salimos para nada; los alumnos van cambiando de salones conforme van siendo los talleres», platicó.

«Contamos con dos trabajadores manuales, en administración solamente es una persona administrativa y yo. Cuento con dos maestros de violín para atender más alumnos, uno de piano, uno de guitarra, uno de pintura, uno de dibujo infantil; en teatro otro maestro, para gimnasia y danza otro maestro. El Centro Cultural y de Bellas Artes Santa Anita es el mejor lugar para adentrarte en las artes, el mejor lugar para desarrollar tus habilidades». (OMAR SOTO)