DESDE MI ESCRITORIO

¿Qué viene?

Lo ocurrido el domingo pasado, en relación a la elección presidencial, confirma, dolorosamente, lo poco que entendemos de la realidad de México. No somos pocos los 22 millones de mexicanos que no votamos por Morena, pero seguimos sin comprender la realidad de los 42 millones que reciben programas sociales, que viven día a día y que, por alguna causa, miles dijeron que querían un cambio, pero por dentro les ganó la incertidumbre de perder su apoyo mensual.

La oposición no entendió que era mala táctica insultar la inteligencia de quienes simpatizan con Morena, ni tampoco que al hacer ésta una contienda contra un presidente popular, y no contra una mala candidata, la volvieron un referéndum imposible de ganar.

Ser demócrata pasa por aceptar una derrota. El «fraude» no ocurrió el domingo, lleva cinco años consumándose con el masivo desarrollo de programas clientelares, con decenas de miles de Siervos de la Nación vendiéndolos como dádivas del presidente, con Mañaneras posicionando a Sheinbaum y denostando a Xóchitl, con flagrantes actos anticipados de campaña. Como dijo Luis Carlos Ugalde, «el AMLO de 2006 le pediría la anulación de la elección al AMLO de 2024». Pero ignorar un margen de victoria de 2 a 1 sería irresponsable.

¿Qué viene? ¿un Plan C es inevitable? El INE pasará a la historia, el INAI también. Los consejeros de la nueva entidad electoral electos por voto popular estarán a merced de Morena, al igual que ministros y magistrados del Poder Judicial. No habrá más contrapesos.
Nos toca entender que, si bien los programas sociales perpetúan la pobreza, resuelven necesidades inmediatas. La gente ahora pagamos por salud y educación privada, ante la ausencia del Estado, pero, con los “apoyos” tiene dinero en la bolsa. Que paradójica, sí, el Tren Maya es un ecocidio, pero su desembolso le dio Yucatán a Morena.

Falta entender por qué hubo alternancia donde ha habido buenos gobiernos, como aquí en Coahuila, donde un buen candidato con experiencia sobrada y con ganas de hacer bien las cosas, como Jaime Bueno, no llegó a su reelección para diputado federal o unos muy buenos candidatos al Senado, como Miguel Riquelme y María Barbara Cepeda, no les dieron los suficientes votos para ser Senadores de mayoría, en especial a María, una mujer joven y con ideas frescas.

Nos toca entender lo que pasa cuando ni intentamos contrarrestar la tramposa narrativa de la 4T que nos polarizó y dividió, haciendo que decenas de millones de mexicanos sintieran que AMLO, con todos sus defectos, era el líder de su tribu, derrotando a la de los «conservadores» en forma cotidiana.

Pero Morena también debe entender que queda un contrapeso tan poderoso como impalpable: la realidad. Ya la bolsa de valores y el tipo de cambio dieron un primer aviso. México necesita crecimiento e inversión privada que no ocurrirán en un país con instituciones devastadas, autoritarismo rampante y organizaciones criminales en ascenso. Tener tanto poder en manos de un solo partido nunca ha sido buena idea. Espero que, en una de esas, Sheinbaum nos sorprenda a muchos.

Por último, una reflexión sobre Jaime Bueno. Se presentó al mejor candidato, un ser humano extraordinario. El no perdió, los que pierden son otros y ojalá el que vaya representar a ese distrito en la cámara de diputados, haga algo por esa gente que ahorita no tiene un buen servicio médico institucional, ni un seguro popular, por ejemplo.

Es tiempo de unión, por un Coahuila y un México que hoy como nunca es un país que nos duele mucho.

Buen fin de semana, la frase: “No hables de lo que no sepas y no te metas en lo que no te importa”. ¡Ánimo!